Los primeros pasos y los pioneros
La relación entre Cerro Porteño y los entrenadores argentinos comenzó en 1943 con Juan Parodi, aunque sin éxito en la tabla de posiciones. No fue hasta 1954 que Gregorio Esperón marcó un hito como el primer argentino en consagrarse campeón con el Ciclón. Mario Fortunato, con títulos en 1963 y 1966, se convirtió en el único entrenador argentino en alcanzar dos vueltas olímpicas con el club.
En las décadas posteriores, otros técnicos argentinos intentaron dejar su huella. En 1972, Néstor “Pipo” Rossi lideraba al equipo en la cima del campeonato, pero fue reemplazado antes del final, cediendo la gloria al brasileño Marcos Pavlovsky. Más adelante, en 1983, Óscar “Cacho” Malbernat tuvo un breve y discreto paso por Cerro.
La era dorada y el declive
El siglo XXI trajo a dos entrenadores argentinos que marcaron una época dorada. Gerardo “Tata” Martino, en 2004, y Gustavo Costas, en 2005, lograron títulos consecutivos. Pedro Troglio completó la lista en 2009 al consagrarse campeón del Apertura, siendo el último técnico argentino en alcanzar la gloria con Cerro Porteño.
Sin embargo, desde 2010, bajo la dirección de los hermanos Juan José Zapag y Raúl Zapag, la relación con los entrenadores argentinos se volvió sombría. Nombres como Javier Torrente, Osvaldo Ardiles, Luis Zubeldía, y Miguel Ángel Russo pasaron sin éxito, ampliando la lista de técnicos albicelestes que no lograron títulos.
Diego Martínez: un desafío monumental
Ahora, Diego Martínez llega como el 18° técnico argentino en la historia del club y el noveno bajo el mandato de los hermanos Zapag. Con la presión de ganar un título local o internacional, Martínez enfrenta un desafío monumental para romper la racha negativa de sus compatriotas en Cerro Porteño.
Dejá tu comentario