Es cierto que la discriminación debe ser erradicada de todos los ámbitos no debe ser el escenario de un partido de fútbol, ni en las organizaciones que rigen este deporte. Las entidades como la Asociación del Fútbol Argentina (AFA) tienen el deber de enfocarse en el rendimiento y la competencia deportiva, no en sumar ideologías que, lejos de fomentar el espíritu de equipo, dividen a la sociedad.
Al promover estos mensajes, la AFA está dando espacio a una ideología que, en lugar de sumar, polariza a los seguidores del fútbol. La intervención de la organización en este tema plantea serias interrogantes sobre cómo estos pronunciamientos afectan la cultura tradicional de los estadios.
El fútbol tiene una identidad construida a lo largo de los años, una cultura que muchos consideran esencial para el alma de los estadios y la pasión que se vive en cada partido.
Cambiar esa identidad por la inclusión de ideas externas, como las impuestas por organizaciones que se aprovechan de su visibilidad, puede tener un efecto negativo en la percepción y el ambiente dentro de los recintos deportivos.
La intervención de la AFA no solo desvirtúa este espacio tradicional, sino que también podría generar un conflicto innecesario entre los diferentes sectores, el fútbol debe mantenerse libre de ideologías que desvirtúen su esencia.
A continuación, la imagen publicada por la cuenta oficial de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA):
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