Milito, nacido en Quilmes, Buenos Aires, comenzó su carrera futbolística en Independiente, donde se erigió como capitán a los 20 años y se consolidó como ídolo.
En 2003, una lesión en la rodilla le cerró las puertas del Real Madrid, pero abrió su camino en el Zaragoza español. Posteriormente, vivió su etapa más gloriosa en el Barcelona de Guardiola, conquistando 10 títulos y forjando una amistad cercana con Lionel Messi.
Al retirarse en 2012, Milito se volcó hacia el banquillo técnico, debutando en Estudiantes de La Plata. A lo largo de su carrera, dirigió también a Independiente, O’Higgins de Chile y Argentinos Juniors, donde mostró su potencial pese a enfrentar momentos complicados.
Finalmente, en marzo de este año, asumió el liderazgo del Galo brasileño y en poco tiempo celebró su primer título como técnico al ganar el Campeonato Mineiro.
El desafío de la Libertadores
Con un equipo liderado por figuras como Hulk y tras caer en la final de la Copa de Brasil, Milito ahora busca resurgir llevando al Atlético Mineiro a su segunda Libertadores. “Guardiola sabía que yo iba a ser técnico”, dijo en una entrevista, reflejando su filosofía basada en el aprendizaje constante.
Una victoria el sábado no solo le permitiría alcanzar la gloria continental, sino que podría abrirle las puertas para cumplir otro sueño: dirigir en Europa. Gabriel Milito, el estratega formado bajo la sombra de los grandes, está a un paso de escribir su propio capítulo en la historia del fútbol.
Dejá tu comentario