En los últimos días, la ciudad de Río de Janeiro sufrió una gran cantidad de lluvia, sumado a la seguidilla de cuatro partidos disputados en la semana pasaron factura al campo de juego del Maracaná, dejándolo en muy malas condiciones a días del crucial juego por los cuartos de final.
La organización tendrá que trabajar a contrarreloj en los próximos cuatro días para tratar de mejorar las condiciones del césped antes del juego entre Fluminense y Olimpia. Los reportes meteorológicos indican que desde este lunes el clima comienza a mejorar.
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