Con música que incluyó himnos franceses, electrónica “French Touch” y el icónico cancán, la primera inauguración olímpica fuera de un estadio hizo vibrar a la multitud. Unos 320.000 espectadores presenciaron el desfile de 85 barcos transportando a los atletas a lo largo de seis kilómetros del Sena, y pasando por monumentos emblemáticos como la Torre Eiffel.
El público parisino aplaudió fervorosamente a las delegaciones, especialmente a la de refugiados, aunque algunos abucheos se escucharon al paso de la delegación argentina. La imponente delegación brasileña, sin embargo, fue aclamada desde el Puente del Carrusel, donde miles de espectadores pagaron altos precios por sus asientos.
Gigantescas pantallas permitieron a los espectadores no perderse ningún detalle de la ceremonia. La atmósfera festiva fue palpable, con banderas de todos los países ondeando en los asientos y puestos de comida y bebida para mantener a la multitud energizada durante las tres horas de celebración.
La inauguración de los Juegos Olímpicos de París 2024 será recordada como un evento monumental que combinó la majestuosidad de la ciudad con la emoción del deporte. Con una seguridad robusta proporcionada por más de 45.000 policías y gendarmes, y la asistencia de policías extranjeros, la ceremonia se desarrolló sin contratiempos.