El arquitecto Enrique Gill, encargado de la obra, explicó que actualmente se encuentran en etapas cruciales del proyecto. Restan concluir la instalación del sistema lumínico y avanzar en el nuevo césped, cuyo proceso demanda entre cuatro y cinco meses para estar plenamente funcional. Con ese calendario, el objetivo es que el estadio esté habilitado hacia finales de junio, aunque podrían quedar tareas menores como fachada y accesos.
Si bien no estaría terminado al 100 %, la planificación apunta a que el equipo pueda volver a su casa en el segundo semestre del 2026, una vez concluido el Mundial de Norteamérica.
Además, Gill adelantó que el renovado Feliciano Cáceres tendrá una capacidad ampliada: se pasará de aproximadamente 24.000 a 30.000 espectadores, un salto significativo para alojar a la multitud auriazul.














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