Con la vuelta de Diego Gómez, la Selección Paraguaya podría retornar a una formación con cuatro defensores, lo que implicaría que Fabián Balbuena sea el «sacrificado» para dar espacio a un mediocampista más.
La versatilidad de Gómez es uno de sus grandes puntos fuertes: puede desempeñarse como «doble seis», interior o extremo, lo que proporciona diversas opciones tácticas al entrenador Gustavo Alfaro.