El equipo que recientemente se quedó sin director técnico tras la salida de Martín Palermo, exhibió una alarmante falta de solidez. Lejos de brindar garantías, la zaga se ha convertido en el punto más débil de un plantel.
En el Torneo Apertura, el Franjeado registra 14 tantos en 12 partidos. A esto se suman los 7 goles sufridos en apenas 2 compromisos por Copa Libertadores, y los 2 tantos recibidos en la Supercopa ante Libertad. La matemática es cruel: Olimpia recibe un gol cada 58 minutos.
El problema no parece pasar por nombres, sino por funcionamiento, concentración y respuesta colectiva. Ni con línea de tres ni con línea de cuatro, el equipo logra sostener un bloque defensivo.
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