El ambiente en Cerro Porteño volvió a tensarse tras la caída en Juan León Mallorquín. El equipo mostró una imagen deslucida y la afición descargó su bronca contra los jugadores y el cuerpo técnico.
“El análisis se hará entre cuatro paredes. La reacción de la gente es normal, pero no hacemos evaluaciones desde el enojo”, afirmó Ribolzi, en un intento por bajarle el tono a la crispación que se vivió en las graderías.
En su repaso sobre lo sucedido en cancha, reconoció que “no se hicieron bien las cosas” y que al equipo le faltó prácticamente todo: actitud, precisión y hasta deseo de ganar. “Nos faltó un hombre de área que quiera hacer el gol”, expresó con crudeza.
Consultado sobre la continuidad del cuerpo técnico, Ribolzi fue tajante: “No hay chance de renunciar. Duele la derrota, más teniendo dos hombres de ventaja, pero el resultado manda”.
La derrota no solo dejó a Cerro Porteño sin la oportunidad de acercarse al líder Guaraní, sino que también profundizó la crisis futbolística y anímica del plantel. Pese al descontento de la hinchada y las críticas al rendimiento, desde el cuerpo técnico ratifican que Diego Martínez seguirá al frente del equipo.














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