Filadelfia, RCC. -La cuarentena encuentra a Heike Doerksen tratando de salir de una lesión de columna y rodilla que le ha estado jugando una mala pasada. No obstante, la joven atleta chaqueña no baja los brazos y se pone como objetivo seguir mejorando a tal punto de volver a competir en alguna competencia internacional.
La historia de la talentosa menonita arranca en el 2014, cuando sin mucha experiencia se presentó a un certamen Departamental y lo hizo de gran forma, arrancando de esa manera una hermosa aventura en el Lanzamiento de Jabalina.
“Lancé por primera vez en una competencia Departamental, acá en Filadelfia. Me fue muy bien, clasifiqué a los Nacionales de la categoría escolar, que se hizo en Asunción. Me fui, lancé, gané el primer puesto con una marca de 28 metros y algo, clasifiqué a un Sudamericano que se hizo en Brasil”, comentó en el programa RCC Deportes.
“El Sudamericano fue una sensación única porque vienen gente de toda Sudamérica. Además de competir, uno hace muchos nuevos contactos, nuevos amigos y el nivel de competición es muy diferente”, acotó.
Desde el 2016, Doerksen decidió mirar el atletismo con mayor profesionalismo y comenzó a entrenar bajo las órdenes de Gustavo López, conocido exatleta que está instalado en Filadelfia. Además tuvo un entrenador que solía venir de Asunción para aportar su granito de arena en el crecimiento de la joven.
“Mejoré muchísimo mi marca logrando clasificar de nuevo a un Sudamericano que se hizo en Concordia, Argentina. Al volver de esa competencia, mi entrenador habló con mis padres y les comentó de la idea de que me mudara a Asunción para entrenar más y mejorar mi marca”, recordó.
“Mi mamá me preguntó: ¿vos te ves haciendo eso? ¿el atletismo es lo que te gusta? Porque no es algo pasajero, no es que te vas y al otro día volves otra vez. Si te vas, te quedás’, me dijo. Le dije que si, que me gustaría. Entonces mis padres me dieron permiso. Cuando terminó el año escolar acá en Filadelfia, empaqué mis cosas y me mudé a Asunción. Fue al terminar el primer curso, con 16 años”, explicó.
La adaptación a un nuevo ambiente no fue para nada sencillo. La propia Heike recordó qué complicaciones encontró cuando se estableció recién en la capital del país, a inicios del 2017.
“No le conocía a mucha gente en la pista, solo a mi entrenador. Pero como él tenía a su cargo a otros chicos también, comencé a hacer amigos. Y como tenía el acento de menonita como decían, siempre me estaban hinchando en la pista. Al principio no me fue tan fácil. También entré en un colegio nuevo, que era el Concordia y me costó muchísimo con su nivel de estudio, porque era mucho más alto al que estaba acostumbrada acá”, refirió.
El gran crecimiento que estaba experimentando la joven atleta se vio frenado por las lesiones, especialmente una de la columna vertebral y de la rodilla que lo empujó a terminar el 2017 realizando fisioterapia.
“Una vez que estuve en Asunción empezamos a entrenar a diario ya y como yo no estaba acostumbrada y como no tenía una buena base de protección, me sobrecargué y me lesioné”, afirmó.
EL DEPORTE Y EL APOYO FAMILIAR
No son muchos los atletas en nuestro país que se decantan por el Lanzamiento de Jabalina. ¿Qué lo llevó a Heike a decantarse por esa rama?
“Antes siempre solía hacer deporte colectivo, pero me gustó más el Atletismo porque sentía que la carga de los resultados de la competencia caían más sobre mi. Antes solía hacer Salto Alto e Impulso de Bala, con esas dos pruebas empecé pero no eran mi fuerte que digamos y entonces decidí lanzar jabalina”, rememoró.
Actualmente está tratando de volver de a poco, con mucho cuidado para no recaer en las lesiones. Tiene apenas 20 años, toda una carrera por delante aún. La atleta chaqueña dejó en claro cuáles son sus objetivos más próximos. “Superarme a mi misma, volver a competir a nivel internacional pero para eso necesito una buena preparación aún”, aseveró.
Doerksen comentó que la familia siempre fue un sostén en todos los sentidos, especialmente el monetario para poder solventar los gastos que requiere su preparación.
“Siempre mis padres tuvieron que pagar todo. Al principio, a mi primer entrenador solamente le pagamos el viaje o cosas así, pero él recibía un sueldo de la Federación de Atletismo, porque era atleta de la Federación. Luego tuve un entrenador privado y me tocó hacerme cargo del pago, también a mi entrenador de gimnasio. Todo fue particular porque yo no tengo beca”, afirmó. Cabe recordar que la beca se logra teniendo record nacional o logrando medallas en competencias internacionales.
“Mi familia es muy importante para mi, porque siempre me apoyaron, especialmente mi mamá, quien desde mi primera competencia siempre estuvo mirando, apoyando. Cuando me iba bien o me iba mal, ella siempre me motivó a seguir adelante, a seguir entrenando, a tomar en serio las cosas. Siempre me acompañó a todas partes. Mi familia es la que me aguanta, cuando llego a casa de los entrenamientos, ellos siempre están para mi. En Asunción vivo con mis tíos, con ellos es la misma cosa, se re emocionan conmigo con las competencias, también son una parte muy importante de mi vida”, agregó.
La atleta chaqueña reconoció que idolatra a Thomas Röhler, atleta alemán en Lanzamiento de Jabalina. “Le admiro bastante, me encanta su técnica, su forma de entrenar. También admiro mucho a una atleta nacional, a Laura Paredes”, enfatizó.
Heike cree que se debería dar más apoyo al Atletismo en el interior del país, especialmente con la construcción de pistas atléticas. Además, la joven dejó un mensaje a todos los que sueñan con apuntar al deporte como una profesión.
“No se rindan, si ven que les va mal uno o dos años, si su marca no es tan buena, no se rindan, sigan entrenando porque al final siempre vale la pena. Aunque no vayas mejorando o no ganás un Mundial u otra competencia, igual siempre será un tiempo muy bien invertido porque con el deporte mejoras como persona, mejoras tu disciplina y cuando haces mucho deporte, te cansas y no tienes mucho tiempo para malos hábitos”, concluyó.
Entre algunas de las curiosidades que encontramos está la diferencia entre las jabalina; están las que son para entrenamiento y las que son para competencias oficiales, especialmente a nivel internacional. El primero se puede conseguir desde G.400.000 mientras que las que son profesionales tienen un costo de entre 6 a 8 millones de guaraníes.
“Siempre conseguí la jabalina a través de mis entrenadores, veo con ellos la calidad de la jabalina, si es buena o es solo de entrenamiento. Solemos pedir por internet y suele tardar unos meses en llegar”, indicó.