Cuando se acerca el tiempo de Semana Santa, comenzamos a planificar qué haremos en los días feriados. Muchas personas van de vacaciones, otras visitan a sus familiares en el campo, también hay personas que prefieren hacer diferentes actividades en la ciudad; pero muy pocos planifican una preparación espiritual para acercarse a Dios en esta semana que se conmemora el sacrificio de Cristo.
En este comienzo de Semana Santa, quiero animarte a mirar a tu rutina, a tus instrumentos de trabajo diarios, a tu día a día, de Lunes a Domingo y que observes con atención con tus ojos de fe, porque te aseguro que lo que verás será magnifico, podrás ver como Jesús está en cada una de esas áreas, no solo en esta semana santa, sino que en nuestro diario vivir.
Recordemos cada día el regalo inmerecido que nos dio en la cruz del calvario tomando nuestro lugar, entregando su vida por nuestros pecados, por amor a la humanidad entrego a su único hijo para que fuésemos salvos. Como no amarlo, como no creer en ese acto de amor y gracia.
“Más él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados”. Isaías 53:5
Bienvenido a la Semana Santa, una semana llena del amor y de la pasión de Dios por los seres humanos.
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