Se destacó que toda posición de autoridad o influencia conlleva un compromiso para contribuir, dentro de nuestras posibilidades, hacia una sociedad mejor. Se subrayó que esta responsabilidad es, al mismo tiempo, un privilegio y una bendición, pero también una cuenta que Dios nos pedirá rendir.
El cristianismo, desde sus inicios, ha tenido un papel fundamental en la civilización y desarrollo de la humanidad. A través de los principios de dignidad, monogamia y liderazgo femenino, el cristianismo ha influido positivamente en la organización familiar y social, contribuyendo a la estabilidad y paz en las sociedades.
Se recordó la labor de figuras como Friedrich Wilhelm Raiffeisen, padre de las cooperativas rurales en Alemania, quien basó su movimiento en la convicción cristiana de la dignidad de la persona y la responsabilidad propia.
La iglesia, como portadora del evangelio, tiene el poder de transformar vidas al predicar el mensaje de arrepentimiento y salvación a través de Jesucristo. Este mensaje no solo afecta la eternidad, sino también la forma en que vemos la vida y a nuestros semejantes.
El comunicado destaca que la iglesia no solo predica, sino que también se involucra en acciones concretas de ayuda y servicio a los necesitados, siguiendo el ejemplo de Jesús.
Se resalta el impacto de la Reforma Protestante en la historia, que promovió la educación, la justicia y la libertad, y se enfatiza que las iglesias evangélicas en Paraguay siguen este legado con una amplia gama de instituciones y proyectos que benefician a la sociedad en diversas áreas.
Finalmente, se subraya la disposición de la iglesia a colaborar y dialogar con todos los sectores de la sociedad para continuar aportando al desarrollo y bienestar del país, y se destaca la importancia de la oración por las autoridades y la nación.
La Biblia, en Proverbios 29:2, enseña que cuando los justos gobiernan, el pueblo se alegra, y se insta a seguir orando por nuestras autoridades, reconociendo que Dios las ha puesto en posición de autoridad.
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