Ocho cosas que nos dijo Jesús sobre la ansiedad

La ansiedad es una reacción normal de nuestro organismo que se activa ante una amenaza o peligro. La ansiedad se convierte en un problema cuando esta reacción se activa incluso en situaciones no amenazantes o peligrosas o de manera persistente, dejando que los miedos y preocupaciones excesivas dominen nuestras vidas.

Ocho cosas que nos dijo Jesús sobre la ansiedad

Sobre ello, en su palabra el señor Jesús nos habla sobre la ansiedad y nos dice que como sus hijos debemos aprender a confiar y descansar en él. Que Dios nunca nos abandonará.

En la biblia, en el evangelio de Mateo en varios pasajes nos habla sobre las enseñanzas que nos ha dejado el Padre Celestial sobre este tema: “La vida es más que la comida y el cuerpo, más que la ropa” (Mateo 6:25), “Dios alimenta a las aves y tú eres más importante que ellas” (Mateo 6:26), “La ansiedad no tiene sentido. No añade ni una hora a tu vida” (Mateo 6:27) “Dios viste a la hierba efímera, te vestirá a ti, una criatura eterna” (Mateo 6:28-30) “Los incrédulos están ansiosos por cosas. Y tú no eres un incrédulo” (Mateo 6:32 A), “Tu Padre sabe que necesitas todas cosas por las cuales estás ansioso.” (Mateo 6:32 B), “Cuando buscas primero el Reino de Dios y su justicia, lo que necesitas te es añadido.” (Mateo 6:33) “Suficiente para el día es su propio afán. El afán de mañana se queda allí.” (Mateo 6:34)

En un mundo donde todo ya debe estar previsto, calculado, con resultados instantáneos, viviendo a una velocidad vertiginosa, causa que poco a poco dejemos de lado a Dios y confiemos menos en él, y que este menos presente en nuestras actividades y organización de nuestras vidas.

Aunque ciertamente Dios nos ha bendecido con inteligencia a modo de que podamos desenvolvernos en todos los temas, actividades y áreas de la vida, pero también nos invita que confiemos en él, a tenerlo presente en las planificaciones de nuestras vidas, a no pensar que solo con nuestras fuerzas podremos con todas las cosas. En su palabra, Dios nos recuerda que, como las aves o las flores, nosotros también nos nutrimos de Dios. Que estando en su presencia y teniéndolo en cuenta para todas nuestras planeaciones, en nuestras actividades diarias, en nuestras vidas el cambiará nuestra visión de la vida, nuestras actitudes y nos brindará paz interior. Dios se manifestará maravillosamente en su vida.

Salir de la versión móvil