La organización enfatiza que la pobreza no es solo económica, sino también mental, intelectual y espiritual. Su labor en comunidades vulnerables busca un cambio profundo a través de la educación, el acompañamiento y el fortalecimiento de valores.
El Ministerio Actívate trabaja con un enfoque riguroso de desarrollo social, rechazando el asistencialismo y promoviendo una transformación integral en comunidades de alta vulnerabilidad. “Nosotros le llamamos desarrollo social, no ayuda social, porque no queremos ser asistencialistas. Queremos desarrollar la comunidad, transformar su forma de pensar y otorgarles recursos para que salgan de la pobreza integral”, afirmaron sus representantes.
Uno de los testimonios más impactantes es el de un niño conocido como “Tarzán”, quien a sus 12 años vivía en condiciones extremas, sin acceso a educación y sin una estructura de apoyo. “Andaba semidesnudo por los árboles, no sabía leer ni escribir. Con el tiempo, se acercó, aprendió, cambió su estilo de vida y hoy conoce al Señor”, relataron los voluntarios.
Además de su intervención con niños y jóvenes, el ministerio extiende su labor a adultos mayores en hogares como el Santo Domingo, donde enfrentaron situaciones de abandono. “Antes veíamos ancianos con pañales sucios durante horas. Hoy el lugar ha mejorado, pero lo que ellos más necesitan es compañía y alguien que los escuche”, señalaron.
Actívate insiste en que la pobreza no se combate solo con recursos materiales, sino con educación, valores y un enfoque integral. Su compromiso es erradicar la miseria desde la raíz, brindando herramientas que permitan a las personas no solo salir adelante, sino también ayudar a otros a hacerlo.
Dejá tu comentario