Según la información, también reproducida en la web de “Mundo Cristiano”, anteriormente Zhang fue detenida en su ciudad natal, el condado de Sanyuan, Xianyang, provincia de Shaanxi, el 28 de agosto de 2024, tras haber viajado, según informes, a la vecina provincia de Gansu para ayudar a un joven activista prodemocracia a obtener representación legal.
Posteriormente fue arrestada formalmente y recluida en el Centro de Detención de Pudong de Shanghái. El 25 de enero de 2025, inició una huelga de hambre en protesta por su detención y fue alimentada a la fuerza en el citado presidio.
Zhang había recibido previamente la misma condena por el mismo cargo en diciembre de 2020, tras ser detenida por la policía de Shanghái en mayo de 2020 por informar sobre la pandemia de COVID-19 desde Wuhan. Quedó en libertad el 13 de mayo de 2024 tras cumplir su condena inicial. Sin embargo, Amnistía Internacional informó de que había sido interrogada repetidamente por la policía antes de ser detenida de nuevo tres meses después.
Jeremy Laurence, portavoz de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, calificó la última sentencia de Zhang como “profundamente perturbadora” y pidió su liberación inmediata e incondicional, planteando preocupaciones “sobre la conducta del juicio de Zhang, dado que no se permitió a observadores independientes asistir a su audiencia”.