A través de una nota formal dirigida al alto funcionario, la organización evangélica subrayó que tales expresiones resultan ofensivas para la comunidad cristiana y no contribuyen a un clima de respeto y convivencia democrática. “Para la fe cristiana, Jesucristo no es una figura simbólica ni una referencia circunstancial, sino el centro de nuestra fe, el Hijo de Dios, Salvador y Señor”, señala el documento.
La CREU recordó que millones de creyentes en Uruguay y en el mundo reconocen en Jesús una fuente de esperanza, valores y transformación personal y social, por lo que el uso de términos que minimicen su figura genera malestar y hiere sensibilidades religiosas.
Si bien la Alianza reconoce el respeto del Estado uruguayo hacia la diversidad de credos, remarcó que la libertad religiosa es un pilar fundamental de la sociedad, al igual que la libertad de pensamiento y de expresión, las cuales —advirtió— deben ejercerse con responsabilidad y sensibilidad.
Desde su convicción cristiana, la entidad reafirmó que Jesús “no es ‘un tipo’, sino amor que restaura, verdad que libera y esperanza que sostiene a generaciones enteras”, al tiempo de expresar su disposición al diálogo respetuoso y solicitar una audiencia con el secretario de la Presidencia.
La nota concluye con un llamado a preservar el respeto, la paz social y la dignidad de todas las personas, valores que —según la CREU— fortalecen la vida en comunidad. El pronunciamiento lleva la firma de los pastores Louder Garabedián, presidente; Daniel Madrazo, vicepresidente; y José Vargas, secretario de la Alianza Evangélica del Uruguay.














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