Trabajo y salud: Las cooperativas y el desafío de seguir produciendo alimento en la crisis

A una escala mucho menor de hasta el 60% de su capacidad, la Cooperativa Neuland al igual que otras, sigue en la complicada misión de salir adelante produciendo alimento para el país y el mundo a pesar de la dura situación que atraviesa el país, están comprometidos con las medidas sanitarias exigidas por el Gobierno y en la medida de sus posibilidades continúan trabajando.

Trabajo y salud: Las cooperativas y el desafío de seguir produciendo alimento en la crisis

Filadelfia, RCC.- Michael Sawatzky, Gerente Corporativo sede Chaco de la Cooperativa Neuland afirmó que están acatando todas las recomendaciones del Gobierno para salvaguardar la salud de los colaboradores y empleados, así mismo se han suspendidos ciertos servicios que tenían y otros se han reducido, ya que algunos son imprescindibles.

«Hemos cerrado unidades de negocio que no estaban mencionadas en el decreto presidencial como el hotel y el restaurante que por esta semana se encuentran totalmente cerrados para no atraer gente a esos negocios, la ferretería, el supermercado, estación de servicio y otras secciones están abiertas al público porque son imprescindibles», explicó.

Todo lo que representa al servicio integral para los productores a través de Servicio Agropecuario (SAP) está en funcionamiento, a menor ritmo con las medidas higiénicas y respetando los protocolos establecidos.

«No estamos con intensiones de cerrar nuestra cadena productiva, si bien día a día se está poniendo más difícil por los mercados que estamos experimentando en exportación, nuestro desafío es mantener en calma a la gente, sabemos que tenemos muchos trabajadores que están con incertidumbre y temor por eso nos enfocamos en la contención emocional, porque sabemos que más allá de lo económico nosotros producimos alimentos básicos y necesarios», indicó.

Por lo tanto, la cooperativa más allá del miedo a las pérdidas económicas que son propias de cualquier empresa, está consciente de su compromiso social, porque si el campo para y si las cooperativas no mueven a sus colaboradores para seguir produciendo leche, carne y otros productos de primera necesidad, será una catástrofe mucho peor.

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