Según dijo Buzarquis a la RCC, el proyecto de ley se encuentra actualmente en la Cámara de Diputados y que ya generó «bastante revuelo».
«Estamos tratando de reflotar este proyecto, me comentan que ahora está en la Cámara de Diputados, pero indistintamente está acá en el parlamento, vamos a dar seguimiento y creo que este proyecto se tiene que aprobar», expresó Buzarquis.
El senador señaló que cada vez que se toca temas medioambientales se habla de estar en contra del sector productivo, cuando en realidad lo que se busca es la conservación del medioambiente mediante soluciones que balanceen la producción con el cuidado del ambiente.
«Está bien que haya ganadería, lo que me parece muy malo es que en nombre de la producción se mate el medioambiente, se destruya el Chaco Paraguayo», añadió.
En este sentido elogió el sistema sirvopastoril que combina la ganadería sustentable con el cuidado del medioambiente por tratarse de un sistema de pastura que se planta entre los árboles, para evitar la tala pero mantener los campos para el ganado.
Subrayó que el principal problema no son las leyes sino el cumplimiento de las mismas y la necesidad de contar con sanciones ejemplares para aquellas personas que incumplen estas normas.
Buzaquis habló además del comparativo del terreno boscoso de hace 10 años en la Región Occidental con la última fotografía hecha por un satélite de la Agencia Espacial estadounidense publicada a primeros de mayo de este año a través de su cuenta en la red social Twitter.
Deforestation in Paraguay https://t.co/Ax9vvwNKK7 #NASA pic.twitter.com/pJElq0PVqJ
— NASA Earth (@NASAEarth) May 1, 2018
«Va a generar polémica, pero cada uno va a decidir si se va a poner del lado de la gente o de ciertos grupos que para ellos vale más el dinero que el medioambiente», concluyó sobre su iniciativa
Por su parte, productores chaqueños consideran inviable la propuesta de deforestación cero en la Región Occidental por tratarse de un territorio con mucho por desarrollarse aún, sin embargo afirman la importancia de respetar las leyes medioambientales existentes que les obliga a mantener al menos el 25 % del bosque de sus fincas.