En entrevista, el Dr. Óscar Duarte explicó que los casos detectados corresponden a animales que dieron positivo en controles de frigoríficos, desde donde se remitieron las notificaciones al Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa). Ante esta situación, la institución activó el protocolo correspondiente, que incluye la eliminación obligatoria de los animales afectados y el seguimiento directo de cada hato por parte de los jefes zonales.
“Los productores reciben indicaciones precisas sobre el procedimiento a seguir para erradicar la enfermedad de sus rodeos. El método de diagnóstico más utilizado en campo es la tuberculinización intradérmica, aplicada principalmente en la zona perianal del animal, cuya lectura se realiza a las 72 horas para confirmar la reacción”, explicó Duarte.
Hasta la fecha, dentro del área de la Coordinación Regional, ya se han contabilizado cinco casos confirmados en este año. La situación preocupa a las autoridades, dado el impacto que la tuberculosis bovina puede tener tanto en la producción ganadera como en la salud pública, debido a su potencial de transmisión a los seres humanos.
El funcionario advirtió además sobre la presencia de ascitis hercósica, una parasitosis que también se registra con frecuencia en la zona y que requiere de estrictos cuidados de higiene personal. “Estamos trabajando en una campaña de concienciación para recordar a los trabajadores de campo la importancia de las medidas preventivas, desde la higiene básica hasta la correcta disposición de desechos, para evitar la propagación de este tipo de enfermedades”, subrayó.
Senacsa destacó que continuará con los controles y muestreos sistemáticos, al tiempo de fortalecer la coordinación con hospitales y centros de salud locales para monitorear cualquier riesgo de transmisión a la población.
