Filadelfia, RCC.- En una amena conversación pudimos desentrañar los pormenores que involucran al sector lácteo del Chaco, ya que la leche es uno de los productos estrellas de consumo masivo a nivel nacional.
Entre otras cosas Kaethler explicó: «Estamos saliendo del verano entrando en el invierno y al mismo tiempo tenemos la crisis del COVID-19, todavía no veo el impacto en cuanto a precios pero si bajó un poco el precio de la leche (50 gs. por litro) pero luego de un largo periodo de precios muy estables, cada guaraní vale pero no es una caída muy fuerte todavía» puntualizó (es importante aclarar que estos datos corresponden a lo que seria la producción de la leche Trébol)
Costos adicionales de producción
Para entender mejor el panorama de los productores lecheros, el Dr. Kaethler explicó: «El año pasado tuvimos mucha lluvia en la época de la cosecha y mucha gente no pudo formar reserva y este año se presenta una sequía muy fuerte en todo el territorio y en la zona de influencia de la Cooperativa Chortitzer y encima ahora el COVID-19. La sequía además dificulta la siembra, por supuesto hubo algunas lluvias puntuales en donde los productores pudieron hacer buena reserva pero son islas, hay mucha falta de pasturas y heno no hay tampoco porque no hay desarrollo de pasto, entonces es un panorama bastante complicado en general» dijo.
Comentó además que en la localidad «Paratodo» hay una zona en donde están relativamente bien pero no es en todas partes.
Según datos, los productores lecheros socios de la Cooperativa Chortitzer son aproximadamente entre 630 a 640, además de otros productores asociados nucleados en otras cooperativas de los cuales se acopia también la leche.
El planteamiento principal de la producción láctea es formar reservas, pero este año con el adelantamiento de la sequía muchos deben usar las reservas inmediatas disponibles y es probable que las mismas no alcancen hasta la primavera, sumado esto a la complicación de los créditos que deben todavía cubiertos.
A pesar de esto, Kaethler animó al sector: «tenemos que estar conscientes como productores que estamos produciendo un alimento importantísimo pero fácilmente alterable en su calidad sanitaria» agregó.
Aún no se tiene claro cómo será la evolución de dicho sector en los próximo meses, ya que depende exclusivamente de la lluvia o de los periodos secos que es una cuestión netamente cíclica, aun así este rubro, que fue uno de los primeros en el Chaco paraguayo apuesta a resistir.