Tras el grave incidente ocurrido en el Departamento de Alto Paraguay ha puesto en evidencia las carencias en seguridad aeroespacial del país. Una avioneta Cessna 206, utilizada para labores de ambulancia aérea, fue robada tras un operativo engañoso que involucró una falsa emergencia médica.
El piloto Jerry Reimer y la licenciada en enfermería Romandar Harmn acudieron al llamado para asistir a una persona presuntamente herida por una maquinaria pesada. Al aterrizar, fueron interceptados por sujetos armados que los maniataron, dejándolos a la deriva mientras se llevaban la aeronave. Posteriormente, la avioneta fue localizada en territorio boliviano.
Ante la consulta sobre cómo evitar este tipo de delitos, el diputado nacional Francisco Petersen expresó la necesidad urgente de contar con radares y mayores controles en el espacio aéreo.
«Estamos totalmente desprovistos de seguridad aeroespacial. Apenas contamos con radares básicos en la Torre de Asunción, que dependen de que el piloto active el transponder,» señaló Petersen, enfatizando que esta vulnerabilidad es aprovechada por grupos del crimen organizado.
El legislador destacó que este tipo de robos no es aislado, mencionando casos similares en Filadelfia, Loma Plata y otras pistas privadas. Según Petersen, el crimen transnacional está siempre «dos pasos adelante», y subrayó la necesidad de combinar la adquisición de aeronaves modernas con sistemas de rastreo efectivos para monitorear vuelos clandestinos.
La situación plantea un desafío crítico para las autoridades nacionales, dado que los vuelos irregulares no solo afectan al Chaco, sino también a departamentos como Central, Caazapá y Misiones, lo que evidencia la necesidad de una estrategia integral para garantizar la seguridad del espacio aéreo paraguayo.
El hecho, aunque alarmante, terminó sin víctimas fatales, y las autoridades continúan investigando para identificar a los responsables.