Regional de Boquerón sospecha de gente de Senacsa en caso de abigeato en Taguató

La Regional Boquerón de la Asociación Rural del Paraguay, maneja información de que las guías para el abigeato en el caso del crimen en Taguató, fueron expedidas correctamente lo que podría indicar participación de gente Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa), según dijo a RCC Werner Shroeder, titular de la Regional.

Werner Shroeder, titular de la Regional Boquerón de la Asociación Rural del Paraguay

 

Asunción, RCC.- La semana pasada el ganadero Alcibiades Ayala llegó hasta su estancia en Taguató, Mariscal Estigarribia, en compañía de su esposa y dos de sus nietos, los cuatro fueron asesinados y la estancia despojada de sus animales y otras pertenencias.

En ese sentido, Shroeder aseguró que se trata de una «red de gente comprometida», al tratarse de un hecho planificado y ejecutado y que podría involucrar a muchas personas.

«Estoy seguro que acá hay una red de gente comprometida, porque es un hecho fue planificado, fue ejecutado, hay muchas personas involucrada. Las informaciones que manejamos es que una guía expedida aparentemente correctamente por lo que también sospechamos que gente del Senacsa o algo están involucrados», sentenció.

Shroeder lamentó el hecho y llamó a tomar consciencia sobre el Chaco en general, que ya no es un lugar «abandonado y en paz», que carece de crímenes y hechos delictivos, subrayó que los acontecimientos recientes debe ser algo que «nos debe despertar».

El titular de la Regional Boquerón, detalló que hasta su conocimiento en la propiedad de Ayala habían pocos animales y que contaban con vacunación al día y marca de la estancia.

«Tengo entendido que el capataz o los camiones llevaron todos los animales que había ahí. Hasta donde yo tengo la información si, los animales fueron vacunados, cumplió con todos los requisitos, tienen marca, así como pudimos ver los animales que se recuperó en el frigorífico en Belén todos han sido identificados por la marca», añadió.

Unos 86 animales fueron sustraídos de la estancia, así como otras pertenencias de Ayala, en el mismo acto donde acaban con la vida de su esposa Francisca Núñez y sus nietos de 8 y 10, que viajaron con los abuelos la semana pasada aprovechando las vacaciones de invierno.

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