Las jornadas se desarrollaron durante dos días en los campamentos de los consorcios instalados en Mariscal Estigarribia, donde 156 participantes —entre técnicos de la salud, obreros y administrativos— fueron instruidos sobre la forma de transmisión del hantavirus, la identificación temprana de síntomas y las acciones recomendadas ante un eventual brote en el área de obras viales.
El entrenamiento también incluyó temas relacionados con otras enfermedades de transmisión vectorial que circulan en la región chaqueña, como dengue, malaria, fiebre amarilla, Chagas y leishmaniasis. Las capacitaciones estuvieron a cargo del Programa Nacional de Enfermedades Vectoriales, con apoyo de la Dirección de Gestión Socioambiental del MOPC.
Los técnicos recordaron que el hantavirus mantiene circulación permanente en el Chaco y que el principal reservorio en Paraguay es el roedor Calomys laucha, presente en la región occidental. Advirtieron que la enfermedad tiene una alta letalidad, no cuenta con tratamiento específico ni vacuna, y afecta especialmente a personas expuestas por motivos laborales, como obreros de la construcción, trabajadores rurales y personal que ingresa a zonas endémicas.
Según datos oficiales, cada año se reportan alrededor de 20 casos, pero en lo que va del 2025 ya se confirmaron 29 infectados y seis fallecidos, lo que obliga a reforzar la vigilancia y la prevención en áreas donde se desarrolla infraestructura estratégica como el Corredor Bioceánico.














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