Esta iniciativa multidisciplinaria se posiciona como una pieza clave para fortalecer la conservación del jaguar (Panthera onca) y asegurar la convivencia sostenible con las comunidades que habitan el Gran Chaco Americano.
El Chaco, uno de los ecosistemas con mayor extensión de bosque seco en el mundo y hábitat esencial para el jaguar, enfrenta presiones por el cambio de uso de suelo. Ñande Chaco aborda esta problemática de manera integral, buscando un equilibrio entre el desarrollo humano y la protección de la biodiversidad.
Durante esta etapa de planificación, los equipos técnicos del MADES, WCS y CI se enfocaron en establecer las bases metodológicas que garantizarán la eficiencia y el impacto a largo plazo del proyecto. Se definieron métricas claras y cuantificables que permitirán medir el éxito del proyecto, incluyendo la salud de las poblaciones de jaguar y la mejora de la conectividad de su hábitat.
Asimismo, se diseñaron protocolos de campo robustos, incluyendo el uso de cámaras trampa y análisis genéticos, para obtener información precisa y actualizada sobre la ecología del jaguar y sus amenazas, y se estructuró el plan de trabajo para el primer año, delimitando las áreas prioritarias de intervención y estableciendo la organización operativa que movilizará los recursos en el territorio de manera ordenada y eficiente.
Bajo el liderazgo institucional del MADES, «Ñande Chaco» consolida una hoja de ruta con tres líneas de acción estratégicas. La primera es la protección del hábitat del jaguar, lo que implica trabajar en la gestión y conectividad de áreas silvestres protegidas. La segunda se enfoca en la reducción de amenazas, abordando el conflicto entre humanos y felinos, y promoviendo prácticas de ganadería compatibles con la vida silvestre. Finalmente, el proyecto impulsará la planificación territorial que integre la conservación en los procesos de desarrollo regional.
El apoyo técnico de WCS es fundamental para trasladar el conocimiento científico sobre la especie a acciones concretas en el campo, mientras que la participación de Conservation International asegura que los criterios de sostenibilidad y la integración de las comunidades sean parte central de la estrategia.
«Ñande Chaco no solo busca proteger al jaguar, sino también asegurar la salud del ecosistema chaqueño en su totalidad, lo cual es vital para el bienestar de sus habitantes. El arranque formal de las acciones en territorio, respaldado por esta rigurosa planificación, marca un hito en la conservación de la megafauna en Paraguay,» indicaron representantes del MADES.
Se espera que la implementación de las acciones en campo comience en las próximas semanas, priorizando las zonas de alto valor biológico y aquellas donde el conflicto humano-jaguar es más acentuado.














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