Pescadores de comunidades indígenas se nuclean para potenciar sector

La pesca es una práctica ancestral de hombres y mujeres de las comunidades Ɨshɨr. Más de 30 pescadores de la comunidad indígena Virgen Santísima en Fuerte Olimpo (Alto Paraguay) lograron agruparse recientemente en una sola asociación para buscar juntos mejorar las posibilidades de ingresos para sus familias. La Asociación nombrada “Desērcho Tsepɨsho”, en idioma Ɨshɨr, “pescadores autóctonos profesionales”, habilitó en forma oficial el Centro de Acopio y Venta de sus productos, con las condiciones e infraestructura más modernas de la zona.

Filadelfia, RCC.- Este espacio fue construido por sus propios miembros y equipado con el apoyo financiero del Proyecto Gobernanza Ambiental y Producción Sostenible, WWF-Paraguay y de la Gobernación de Alto Paraguay. “Cuando nos dan oportunidad, esto es lo que puede ocurrir”, aseguró Carlos González, presidente de la Asociación.

¿Por qué esta inauguración es importante?

Porque fortalece la organización de los pescadores para negociar precios más ventajosos para sus productos frente a los acopiadores. Podrán ofrecer mayor variedad, adecuarse a los requerimientos de sus clientes e incluso ofrecer deliciosos platos preparados con pescado. Pero, lo más importante es nuevamente la ventaja de trabajar y construir juntos.

Ya tienen nuevos planes para seguir equipando, mejorando este espacio común y seguir conquistando beneficios para su comunidad. Este proyecto fue implementado con el apoyo técnico de Pro Comunidades Indígenas (PCI).

La disponibilidad de agua es fundamental para la producción

Por otro lado, hace cerca de 30 años las familias Yshir se establecieron en el área urbana de Fuerte Olimpo dejando atrás sus tierras por la falta de oportunidades, la sequía y el aislamiento. Hoy, organizados en la Asociación Buena Vista que nuclea a más 20 familias de Vírgen Santísima, trabajan estas tierras con la producción ganadera.

La semana pasada las familias Yshir compartieron la nueva oportunidad de recolectar el agua en un tajamar de más de 10.000 metros cúbicos, incluido el sistema de bombeo con paneles solares. “Ya estamos listos para cuando las lluvias lleguen”, aseguran.

Un emprendimiento productivo con disponibilidad de agua puede beneficiar a toda la comunidad, pero sobre todo, porque representa un logro de la unidad y un buen ejemplo para que los jóvenes empiecen a soñar metas nuevas.

“Cuando se habla de los indígenas, se piensa en pobreza. Pero, nosotros queremos cambiar esto, no queremos un paquete de víveres, queremos trabajar. Dennos las herramientas. Si tenemos tierra podemos salir de la pobreza”, comentó Zulma Franco, asesora de la Asociación. El proyecto fue ejecutado por Pro Comunidades Indígenas, con el apoyo de WWF Paraguay y el Proyecto Gobernanza Ambiental – Producción Sostenible – ZICOSUR.

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