La vacuna protege contra difteria, tétanos, tos ferina, hepatitis B, Haemophilus influenzae B, y poliomielitis, cuya indicación es suministrar a los 2, 4, 6 y 18 meses de vida. Se aplicará desde el 19 de junio, a nacidos en el mes de abril del año 2023 en adelante.
La vacuna hexavalente equivale a la vacuna Pentavalente más la vacuna Antipolio, que se coloca en el esquema nacional por separado. Con la hexavalente, se aplica solo una inyección que reemplaza a las dos mencionadas.
Esta vacuna se encuentra actualmente disponible sólo en el sector privado. Con la adquisición, a través del Fondo Rotatorio de la OPS, estará oficialmente disponible en el sector público, desde el 19 de junio próximo. Se prevé la recepción de unas doscientas cincuenta mil dosis al principio, que se distribuirán a los vacunatorios del país.
Simplificación del esquema de vacunación, disminución de errores programáticos, menor probabilidad de aparición de los eventos adversos, avance en la cobertura de vacunación, equidad y firme compromiso en cumplir con el paradigma de la universalidad de las intervenciones en salud son los principales motivos por el cual nuestro país da el paso importante en el cambio del esquema de vacunación en los niños incorporando la hexavalente en el Programa Ampliado de Inmunización de Salud Pública, según lo resaltado por el Dr. Héctor Castro, director del PAI.
¿Quiénes recibirán esta vacuna?
La hexavalente será administrada a partir de la cohorte de nacidos en el mes de abril del año 2023 en adelante. La misma reemplazará la aplicación simultánea de la vacuna pentavalente y la antipolio.
El nuevo esquema de vacunación
El nuevo esquema de inmunización, con la vacuna hexavalente, dispone que, los niños de dos meses de vida reciban la primera dosis, a los 4 meses la segunda, a los 6 meses la tercera, el primer refuerzo a los 18 meses, y completando el segundo refuerzo con la IPV a los 4 años de edad.
Esquema regular con la inclusión de la hexavalente de acuerdo a la edad:
– Recién nacido: vacuna BCG: formas graves de tuberculosis. Vacuna HEPB: virus de la hepatitis B – pediátrica.
– 2 meses: vacuna rotavirus, vacuna Hexavalente (difteria, tétanos, tos ferina pertussis, hepatitis B, poliomielitis (inactivada), Haemophilus influenzae de B). Vacuna neumococo conjugada 13 valente: neumonía, meningitis, otitis.
– 4 meses: vacuna rotavirus, vacuna Hexavalente (difteria, tétanos, tos ferina pertussis, hepatitis B, poliomielitis (inactivada), Haemophilus influenzae de B). Vacuna neumococo conjugada 13 valente: neumonía, meningitis, otitis.
– 6 meses: vacuna Hexavalente (difteria, tétanos, tos ferina pertussis, hepatitis B, poliomielitis (inactivada), Haemophilus influenzae de B).
– 6 a 35 meses: influenza estacional, dosis anual.
– 12 meses: vacuna neumococo conjugado 13 valente: neumonía, meningitis, otitis. Vacuna SPR: sarampión, paperas, rubéola. Vacuna AA: fiebre amarilla.
– 15 meses: vacuna varicela: cuadros graves y complicaciones por varicela. Vacuna hepatitis A: cuadros graves y complicaciones por hepatitis A.
– 18 meses: vacuna Hexavalente (difteria, tétanos, tos ferina pertussis, hepatitis B, poliomielitis (inactivada), Haemophilus influenzae de B). Vacuna SPR: sarampión, paperas, rubéola.
– 4 años: vacuna IPV: poliomielitis. Vacuna DPT: difteria, tos ferina o convulsa, tétano.
– 5 años: vacuna contra la varicela.
– Adolescentes (de 9 a 14 años): vacuna VPH: Virus del papiloma humano (solo mujeres). Vacuna Tdpa: difteria, tétanos, tos ferina o tos convulsa.
En el país, el artículo 6° de la Ley N° 4621/2015 “Nacional de Vacunas” establece que todo menor de edad deberá ser inmunizado y que los padres, representantes, tutores o encargados de la custodia de un menor serán responsables del cumplimiento de esta obligación.
Es un derecho del niño y de la niña estar protegidos contra las enfermedades prevenibles por vacunación.
Ventajas de la hexavalente
– Reduce el número de inyecciones que los niños deben recibir, implica menos dolor para ellos.
– Mejora la logística y los tiempos de aplicación de los médicos.
– Representa un mejor costo-beneficio que la aplicación de vacunas monovalentes.
– Facilita mantener el esquema de vacunación completo.














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