Carlos Segovia, director del proyecto indicó estar satisfecho de poder concretar el tercer año de apoyo a los niños y jóvenes de la comunidad indígena «Picaflor Blanco» traducida al español, en medio de la pandemia continúan realizando las clases de música, artes plástica y manualidades a pedido de los padres y líderes.
«El plantel docente está integrado por docentes voluntarios de diferentes localidades del Chaco, estamos ayudándonos entre todos para que este proyecto dentro de esta comunidad pueda contribuir al desarrollo personal y social de los estudiantes que participan, que son 30 en total», indicó.
Segovia indicó que el objetivo principal es prevenir que los jóvenes se vean involucrados en actos de vandalismo, violencia y vicios, ofreciendo un espacio adecuado en donde puedan potenciar y canalizar sus talentos individuales, ya sea por medio del arte o del deporte, con el agregado de incentivar valores y principios cristianos.
«Queremos que ellos se sientan en familia con nosotros, que puedan aprender valores y desarrollarse de manera integral, de manera a que sean jóvenes útiles para la comunidad», expresó.














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