Se trata del Sistema de Información de Agua y Saneamiento Rural (SIASAR), en su versión SIASAR 3.0. Las pruebas piloto consistieron en la aplicación de los cuestionarios a dos comunidades rurales del distrito de Nueva Italia; así como de Benjamín Aceval, con el fin de identificar y eliminar los posibles problemas antes de la puesta en marcha definitiva.
Con esta iniciativa, se pudo detectar problemas de forma o de fondo, así como analizar los tiempos que se requieren para realizar los relevamientos, para todos los niveles y ayudar a preparar los futuros manuales, capacitaciones o cursos, considerando las lecciones aprendidas en esta fase.
Asimismo, este sistema fortalecerá la capacidad institucional en el ámbito de la planificación, ejecución y monitoreo de proyectos a través del relevamiento de datos; mejorando el control de la eficiencia de las inversiones, permitiendo de esta manera la focalización de las intervenciones en los segmentos de población que más lo requieren, sobre todo cuando la disponibilidad de recursos financieros es limitada.
Cabe mencionar que, para lograr la sostenibilidad de la iniciativa SIASAR a nivel país se impulsaron los mecanismos para lograr su institucionalización dentro del sector Agua Potable y Saneamiento (APS), a través del Decreto N° 3189 del 30 de diciembre del 2019 Por el cual se crea el “Comité Estratégico Nacional para la Implementación del Sistema de Información de Agua y Saneamiento Rural (SIASAR)” y se le asignan funciones.
Integran este comité, el MOPC a través de la DAPSAN, en conjunto con las instituciones: Servicio Nacional de Saneamiento Ambiental (SENASA), Ente Regulador de Servicios Sanitarios (ERSSAN), Secretaría Técnica de Planificación del Desarrollo Económico y Social (STP), Instituto Nacional de Estadística (INE) y el Ministerio de Tecnologías de la Información y Comunicación (MITIC).
En Paraguay, el nivel de acceso al agua, saneamiento e higiene, presenta desigualdades subregionales, por ámbito geográfico, por nivel de ingresos y por origen étnico. Las cifras desagregadas evidencian brechas entre sectores urbanos y rurales, particularmente en cuanto a provisión de agua potable por red (87,5% urbano versus 71% rural). Por otra parte, teniendo en cuenta el origen étnico, solo el 15% de las viviendas indígenas cuentan con acceso a agua segura y apenas el 4% cuenta con acceso a saneamiento mejorado.
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