Filadelfia, RCC.– La ganadería chaqueña muestra características muy diferentes a la que se hace en la región Oriental.
El río Paraguay marca dos regiones completamente diferentes tanto en lo geográfico como en lo poblacional. Si bien el Chaco significa el 60% de la superficie del país, con 247.000 kilómetros cuadrados, concentra menos del 3% de la población total.
Sin embargo, esa escasa densidad de población humana no se refleja en el hato ganadero, que ha tenido un desarrollo explosivo en la ultima década.
Según cifras actualizadas del Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Animal (SENACSA), el hato ganadero alcanza en la región Occidental las 6.125.000 cabezas distribuidas entre 13.656 tenedores de ganado y unos 8.000 establecimientos. Esto significa que el 45,3% de la ganadería paraguaya de cría, sobre un total nacional de 13.500.000 cabezas, está esparcida en territorio chaqueño que registra el 9,4% de los tenedores de ganado y el 7,57% de los establecimientos pecuarios de todo el país.
TENDENCIAS – Las fincas destinadas a la cría de ganado están catalogadas por SENACSA por cantidad de cabezas disponibles en cada una de ellas.
Las mas pequeñas tienen de 1 a 20 cabezas y son el 25,7% del total de establecimientos del Chaco pero que tienen apenas el 0,52 del total de cabezas. La relación sigue ascendiendo (ver infografía) hasta llegar a los establecimientos de más de 1.000 cabezas, que siendo el 8,9% del total concentran el 69,6% del hato chaqueño.
Estas cifras marcan una tendencia que a juicio de los expertos se encamina a las fincas de mayor tamaño, con incorporación de tecnología e integración agropecuaria y forestal, lo cual aumenta las posibilidades de rendimiento por unidad de producción al combinar la ganadería con la agricultura. Muchos de los mayores emprendimientos combinan un ciclo cerrado que les permite optimizar costos al garantizar pasturas naturales o implantadas con suplementos nutricionales cultivados y cosechados en el propio establecimiento.
TASA DE PROCREO – EL Chaco presenta además indicadores que hablan de una mayor eficiencia en cuanto a las técnicas de cría.
La tasa de procreo en la región Occidental llega, según estadísticas de SENACSA, al 57% que lo pone bastante por encima de la media nacional que no supera el 45%.
De esa manera, la ganadería chaqueña se aproxima a tasas como las de Argentina, que en 2018 eran de un 60% (INTA) o las de Uruguay, que alcanzaron en 2019 el 62% según datos del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de Uruguay.
LA ETAPA INDUSTRIAL – El procesamiento de ganado vacuno con fines de exportación tiene tres exponentes industriales de raíz chaqueña. Las industrias frigoríficas Neuland, Frigochorti y Frigochaco participan de esta etapa faenando el 25,6% del ganado y el 27,7% del tonelaje exportado hasta octubre de 2019, según informes de SENACSA.
Un reciente informe presentado por la Asociación Rural del Paraguay dice que “la ganadería en el Chaco aún tiene un horizonte de crecimiento en balance con el medio ambiente, que en la siguiente década le permitiría aumentar las exportaciones pecuarias y agrícolas, beneficiando al crecimiento del país y de la población paraguaya».
El mismo informe detalla que del 51% de cobertura boscosa que aún mantiene el Chaco, el 60% de la misma está en propiedades privadas, siendo el resto áreas silvestres protegidas (parques nacionales) y territorios de comunidades originarias.
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