En un mundo donde el relativismo y el individualismo predominan, el desafío de vivir y transmitir estos principios y valores es considerable. Sin embargo, la Federación enfatiza la importancia de promover estos fundamentos en la sociedad actual.
Los padres y abuelos de la comunidad cooperativa han sido un ejemplo vivo en la práctica de estos valores, cuyo impacto es evidente en los logros obtenidos. La perseverancia, el sacrificio, la fe en Dios, el trabajo, la austeridad, la solidaridad, la integridad y la compasión son solo algunos de los valores fundamentales arraigados en la cultura cooperativa.
El fundador del cooperativismo rural en Alemania, Friedrich Wilhelm Raiffeisen, fue un ejemplo vivo de la influencia de estos valores en la creación y desarrollo de cooperativas. Raiffeisen, criado en medio de la adversidad y la pobreza, entendió la relación entre dependencia y pobreza, y formuló los principios de autoayuda, autogobierno y autoresponsabilidad como base del movimiento cooperativo.
Paraguay, después de Alemania, se destaca como el país más cooperativizado del mundo. La Federación de las Cooperativas de Producción (Fecoprod), compuesta por 34 cooperativas de producción, se dedica a la defensa gremial y la formación técnica de las cooperativas de base, basándose en valores cooperativos de ayuda mutua, responsabilidad, democracia, igualdad, equidad y solidaridad.
La cooperativa Neuland, fundada hace 76 años en condiciones difíciles, refleja la importancia de los valores de amabilidad, solidaridad, respeto, responsabilidad e integridad en su desarrollo y subsistencia. La integridad, en particular, es un pilar fundamental que guía las acciones de la cooperativa y su liderazgo.
La Federación y las cooperativas de producción aspiran a dejar un legado impregnado de valores y principios para contribuir al progreso genuino y equitativo del país. En este camino, la fe en Dios y la guía de sus enseñanzas continúan siendo un apoyo constante.
El comunicado concluye con la reflexión: «El que sabe lo que siembra no le teme a lo que cosecha».