En una entrevista con RCCTV, Bernal deslindó este lunes responsabilidades directas de la ESSAP en la concepción del proyecto y apuntó directamente a los gobiernos anteriores (de Federico Franco-PLRA), Horacio Cartes-ANR y Mario Abdo Benítez-ANR), que lo impulsaron y “concluyeron”.
La megaobra (de alrededor de 500 kilómetros de longitud), gestionada originalmente por el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) y que abarcó tres periodos presidenciales, nació con graves errores de origen que hoy impiden su funcionamiento óptimo.
EL ERROR CRÍTICO QUE INVALIDA LA OBRA: DISEÑO EN ZONA INUNDABLE
El titular de la ESSAP señaló que el problema principal no es la operación, sino la planificación. La decisión de construir la infraestructura en una zona crítica es la causa de su fracaso recurrente. «Ahí voy a algo fundamental, por el diseño en sí del acueducto que yo no sé a quién se le ocurrió hacerlo en medio del estero Yaguareté,» criticó Bernal.
Añadió que “Las altas lluvias que tuvimos en este año hacen imposible la operación del acueducto, apuesto que la estación de bombeo (instalada por la ESSAP en Puerto Casado) está en un camino que, cuando hay lluvias como la que hemos tenido, es imposible transitar, por ende, es imposible operar a tiempo completo”, reconoció.
Según dijo, esta falla de diseño obliga a suspender el bombeo durante la temporada de lluvias, dejando sin el líquido vital a las comunidades indígenas y a los pobladores del Chaco que han esperado el servicio “con ansias” durante años. El sistema solo puede funcionar de manera paliativa y temporal durante la sequía o meses de baja precipitación.
UNA SOLUCIÓN DEFINITIVA ES CASI TAN CARA COMO EMPEZAR DE NUEVO
Ante la pregunta de cómo solucionar la crisis del acueducto, Bernal fue claro en que los problemas no se limitan a la ubicación, sino que también incluyen la calidad y colocación de las tuberías. «¿Cuál sería la solución para este sistema de acueducto si queremos que funcione en un 100%? Es cambiar aproximadamente 200 kilómetros de cañería,» detalló.
Esta intervención —que implica la excavación, sustracción y colocación de las nuevas tuberías— tendría un costo que, según Bernal, sería «fácilmente… parecido a hacerlo de nuevo». Advirtió esta “monumental inversión” escapa a la capacidad financiera de la ESSAP, a pesar de que la empresa cuenta con la experiencia y el personal técnico necesario para llevar a cabo la reparación y garantizar un suministro «casi perfecto».
Ante la inviabilidad económica de la reparación total, el presidente mencionó que existe un debate y una hoja de ruta, liderada por el MOPC, la Presidencia de la República y las cooperativas el Chaco, para plantear la construcción de un sistema de acueducto totalmente nuevo. Este nuevo proyecto buscaría ser una solución no solo para las comunidades indígenas, sino para toda la población del Chaco y el sector productivo.
