El presidente de la Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay (ESSAP), Luis Bernal, confirmó que el sistema de bombeo del acueducto del Chaco será reactivado próximamente, luego de estar fuera de servicio a causa de las intensas lluvias y la crecida que afectó gran parte del Chaco Central, en especial la zona del estero Yaguareté.
Bernal explicó que el diseño original del acueducto contempla un tramo que atraviesa el estero, lo que impide detectar pérdidas o realizar reparaciones cuando el área se inunda. “Suspendimos el bombeo porque no era posible acceder al tramo afectado. Pero tras algunas intervenciones técnicas, estaremos reactivando el sistema, al menos parcialmente, para abastecer a Loma Plata”, señaló.
En cuanto a la distribución de agua, el presidente de la ESSAP indicó que esta continuó con relativa normalidad, con apenas unas pocas roturas tras la puesta en marcha del sistema en marzo. Sin embargo, admitió que las cuadrillas no pudieron intervenir en todos los puntos por la inaccesibilidad del terreno durante el desborde.
Bernal también reconoció que el proyecto presenta serias falencias estructurales desde su origen y que la solución definitiva implicaría cambiar los 202 kilómetros de cañería. “Lo ideal hubiese sido contar con un sistema operativo sin la necesidad de constantes reparaciones, pero infelizmente esta es la red que heredamos. La ESSAP nunca recibió oficialmente el acueducto completo, solo las plantas y estaciones de bombeo”, aclaró.
Pese a las limitaciones, anunció que se busca incrementar el caudal enviado al centro de distribución de Loma Plata, con el objetivo de extender el servicio a más de 60 comunidades indígenas del Chaco Central. Recordó que en marzo, el agua llegó hasta Filadelfia y Mariscal Estigarribia, lo cual calificó como un resultado alentador.
“El compromiso es continuar con los trabajos para garantizar el acceso al agua potable, especialmente a las comunidades que más lo necesitan. Pero también es momento de reconocer que se trata de una obra con fallas de origen que limita nuestra capacidad de respuesta ante fenómenos como las inundaciones”, concluyó Bernal.














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