Consultado sobre la población beneficiada con la rehabilitación, el titular del ente estatal manifestó que, aparte de Loma Plata, “felizmente y enhorabuena” hoy los reservorios en Filadelfia están llenos y que próximamente el flujo de agua también llegaría a Mcal, Estigarribia. “Es decir, todo lo que presupuestamos en una hoja de ruta entre 40 a 45 días. Hoy podemos decir que ya hemos adelantado esos tramos y también en las próximas semanas llegaremos a toda la comunidad indígena”, enfatizó.
Requerido sobre el tipo de intervenciones realizadas en esta primera etapa, Bernal explicó que cuando el acueducto estuvo operativo entre los años 2020 y 2021 presentó “muchísimas averías y roturas”, y que actualmente, “gracias al personal técnico de la empresa” se pudo instalar una estación de rebombeo en el kilómetro 100, aproximadamente.
Añadió que eso permite a la ESSAP operar a una presión inferior, logrando que no tenga las pérdidas que se tuvo en su momento. Reconoció que hoy opera a un caudal inferior, a una presión nominal que no supera 3 bar y a un caudal de 150 m3 por hora, de los 25 bar y 550 m3, previstos inicialmente y que ha sido imposible.
“SEGURO, ESTABLE Y SOSTENIBLE”
El funcionario señaló que una menor presión les permite llegar al objetivo en un tiempo más prolongado, “pero de manera segura y estable”. “El acueducto (la parte rehabilitada) ya lo estamos operando hace como un mes, que fue la etapa de prueba y error, porque no queríamos caer en el populismo de llegar a Loma Plata y anunciar esto con bombos y platillos, sino asegurarnos de que el servicio va a ser algo sostenible”, remarcó.
En cuanto a los trabajos realizados, recordó que cuando empezaron a trabajar ya habían realizado más de 200 reparaciones anteriormente, y que desde la instalación de la estación de rebombeo no han tenido más de 10 pérdidas. Añadió que la inversión no ha superado los G. 3.000 millones. “Por lejos, esto es un ahorro frente a los G. 18.000 a G. 20.000 millones gastados en su momento, bajo el presupuesto de obras complementarias”, enfatizó.
¿NUEVO ACUEDUCTO?
Consultado si ameritaría hacer un nuevo acueducto, Bernal contestó: “Las grandes obras de infraestructura, ya sea caminos, puentes, hidroeléctricas y, en este caso sistemas de agua, necesariamente requieren de una inversión por parte del Gobierno central.
Sobre el punto, comentó que están trabajando con la ministra Claudia Centurión y el propio presidente de la República en ver otras alternativas. “Si bien, en su momento, dentro de la comisión “Aguas para el Chaco” se llegó a la conclusión de que el acueducto es el sistema más eficaz, presentó muchísimas falencias, lo que hizo que esta modalidad no sea un servicio que funcione en óptimas condiciones”, manifestó.
Agregó que hoy se está debatiendo si hacer un acueducto “a cielo abierto”, así como la posibilidad de reemplazar las cañerías que se encuentran totalmente obsoletas o que no tuvieron la instalación óptima.
No obstante, prometió que este Gobierno “va a dar una solución definitiva a la problemática (del agua) del Chaco paraguayo. “La población del Chaco tendrá la certeza de que, aunque que no se pueda habilitar en su totalidad el acueducto, siempre quedará una solución parcial”, expresó.
De acuerdo a los datos oficiales, en la construcción del fallido acueducto del Chaco paraguayo se perdieron entre US$ 100 y 150 millones, quedando enterrados bajo tierra alrededor de 500 kilómetros de cañerías. La ejecución del emprendimiento, que comenzó en el año 2012, abarcó los gobiernos de Federico Franco, Horacio Cartes y Mario Abdo Benítez.
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