Filadelfia, RCC.- Es interesante como las crisis tienen aquella capacidad de sacar a la superficie el patriotismo, o bien la falta del mismo.
Sea una pandemia mundial o una crisis económica, las situaciones de emergencia parecen ser el momento oportuno para expresar nuestros prejuicios, nos sale natural.
Ante la exigencia informativa que deben llenar los medios de comunicación del país, sumada a la restricción de desplazarnos (el periodismo no experimentaba estas condiciones sanitarias restrictivas para informar desde la pandemia de Gripe Española 1918-1920) combinando con datos que crecen como hongos sobre la expansión del COVID-19, en nuestros tiempos sigue habiendo una fracción dentro de todo ese volumen informativo que es como un “punto ciego” para buena parte de nuestro país.
Me refiero al Chaco Paraguayo, región occidental, territorialmente la parte mas extensa (y menos popular) del país, representa además el 3 % de la población y el 60 % del territorio paraguayo en cuanto a extensión. Ese mismo Chaco por el cual nuestros abuelos lucharon tan valientemente bajo el lema: “Vencer o morir”.
Lo cierto es que aquel Chaco, salvaje e inhóspito, alberga en su pecho a comunidades nativas milenarias y en el último siglo recibió a miles de inmigrantes en su inexplorada tierra para florecer en manos de pioneros, luego de mucho trabajo duro. Hoy día son miles de trabajadores. No tengo dudas que la leche y carne chaqueña tuvieron lugar en tu mesa más de una vez.
Un sin fin de comentarios, recomendando al gobierno enviar a los infectados por COVID 19 al Chaco llenaron las redes. Burla o ignorancia? Particularmente creo que ningún pueblo trabajador merece algún menosprecio.
Claro, es el Chaco, a quien le importa?
La respuesta es esta.
Si nos importa, y mucho. No somos solo “el Chaco” somos tres departamentos, Pdte. Hayes, Alto Paraguay y Boquerón. Juntos los tres, trabajan de sol a sol para cultivar alimentos exportados a nivel mundial, el Chaco no deja de producir, de arriesgarse a mercados internacionales, de posicionarse, de recibir oleadas cada vez mayores de trabajadores migran de la capital para probar suerte. De superar crisis tras crisis, aguardando la lluvia y dependiendo de la fe.
El Chaco es generoso.
También estamos preocupados, también estamos luchando, también nos desvela el rumbo que el país puede tomar.
Mismo así, sorprende ver en en muchos periódicos, información detallada de todos los otros departamentos de Paraguay, y cuando nos llega el turno, nos resumen como “allá en el Chaco”
Señores, el Chaco es más que eso, es la clave para el desarrollo nacional, es un hito histórico, es cuna de culturas, de idiomas, de tradición, estamos listos para luchar, y no, definitivamente, no nos da vergüenza.
Dejá tu comentario