Discusiones y pelea tras reapertura de discoteca en comunidad indígena de Filadelfia

El pasado fin de semana se vivió un nuevo lamentable episodio de violencia dentro de la comunidad indígena Uj'e Lhavos de Filadelfia, que involucra directamente al líder y Concejal Municipal Basilides Urquiza. Tras el anuncio de la reapertura de la discoteca Taty dentro de la comunidad, el líder se sintió molesto con la dueña debido a que aún no existen protocolos que habiliten las fiestas bailables y tampoco se solicitó permiso. Ante esta situación Urquiza increpó a los organizadores en medio del evento y se desencadenó una gresca.

Discusiones y pelea tras reapertura de discoteca en comunidad indígena de Filadelfia

Filadelfia, RCC.- En la noche del pasado sábado 10 de octubre, Urquiza propinó golpes de puño a Cristian Martínez y Marieta Regina Sanchez tras haberse quejado del ruido molesto a raíz de la música en la discoteca Taty en donde se estaba llevando a cabo una fiesta bailable. El líder dijo que aún no están permitidos dichos eventos en la comunidad.

En la denuncia formal que posteriormente presentó en la Comisaría de Filadelfia María Doris Cabral Sánchez se menciona que el líder Urquiza llegó hasta el local bailable en completo estado de ebriedad y de forma violenta canceló la fiesta bailable, terminando heridos dos personas que estaban en el evento. Tras la riña intervinieron agentes policiales para mediar la situación, trasladaron a los heridos hasta el Hospital Materno Infantil de Villa Choferes.

«La pandemia todavía sigue, por la aglomeración todavía no se habilitan las fiestas bailables con bebidas alcohólicas, están prohibidas y yo tengo que defender eso como líder, mi comunidad dice que hay que prohibir y yo categóricamente no quiero que pasen sobre mí, esta familia está armando escándalos en la comunidad, los otros líderes no pudieron con ellos, por eso yo me atreví para llegar allá, yo le di bofetada a la señora porque me quería atropellar«, dijo.

Destacó que fue él quién llamó a la policía para que pudieran acompañar el procedimiento, «su vecino me llamó y me dijo que estaban haciendo mucho ruido en la fiesta y estaban ingresando jóvenes y menores de edad dentro del local, por eso pedí a la patrulla que nos acompañen y llegamos con la policía al lugar para que cierren», relató.

Urquiza reconoció que sí ingirió bebidas alcohólicas momentos antes de ir a la discoteca, a pesar de que dentro de la comunidad existe un reglamento que prohíbe la venta y consumo de bebidas alcohólicas. El líder consideró que la agresión realizada fue en defensa propia, ya que fue insultado y desafiado por ambas personas durante el procedimiento.

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