Filadelfia, RCC.- Vivía entre el implacable polvo chaqueño, en un ranchito al costado del camino que conduce a la capital del Dpto. de Alto Paraguay, a 45 km de Toro Pampa, era casi una leyenda para los pobladores, para los viajeros de paso y para los camioneros que pasaban apuros en época de lluvias, cuando el barro atascaba cuanto vehículo pasara.
Él acudía siempre, montado sobre un viejo caballo, con un lazo y la predisposición de ayudar al prójimo. Se decía ex combatiente de la guerra del Chaco, y por los documentos que portaba, nació allá por 1914, algo que no se pudo comprobar. Vino de algún lugar y se quedó para siempre. Como la zona que habitaba es conocida como «Moro Kué» el fué apodado «Moro vaí» apodo con el que él mismo se presentaba. Su nombre verdadero era Pedro Almada.
Como equipo de prensa de RCC, pudimos conocerlo el año pasado, en uno de los tantos viajes periodísticos yendo a Bahía Negra, lo saludamos y le dejamos víveres. Era casi una tradición proveerle de alguna cosa. Nunca logró tramitar ninguna ayuda estatal, por más que lo intentó, la burocracia se lo impidió.
El fin de semana último, fue asesinado con saña, desconocidos lo golpearon brutalmente hasta la muerte. Fue encontrado tendido en el piso, ya sin signos de vida. La policía hasta ahora no maneja mayores datos. Toda la solidaridad de muchos años, le fue devuelta con violencia, en una muerte que conmociona a los chaqueños y que no tiene explicación.
Sus restos ahora descansan en el Cuartel de la Victoria, donde fue enterrado con honores.