El recorrido comprendió 22 pasos previamente identificados, donde se evaluaron sus dimensiones, estado general, ubicación y otros parámetros técnicos que servirán para establecer una línea base de diagnóstico. Con esta información se proyecta implementar un monitoreo mediante cámaras trampa, orientado a conocer con precisión cómo y con qué frecuencia las especies utilizan estos espacios, así como a fortalecer futuras decisiones de manejo y conservación.
Durante la inspección se resaltó que este tramo del Corredor Bioceánico constituye el primero en incorporar pasos de fauna en la región Occidental, marcando un hito dentro de la planificación de obras viales. También se subrayó la importancia de estas estructuras, no solo para proteger la biodiversidad, sino también para mejorar la seguridad de los usuarios de la ruta al reducir el riesgo de atropellamientos.
En la revisión se destacaron indicios positivos, entre ellos huellas y heces que demuestran la presencia constante de fauna silvestre y respaldan el inicio de la etapa de monitoreo. Como parte del proceso, se prevé incluir otros 13 pasos de fauna para evaluar la efectividad de estas medidas y analizar el comportamiento de las especies en la zona.
Las observaciones y análisis estuvieron a cargo de técnicos del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) y especialistas de WWF-Paraguay.














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