Filadelfia, RCC.- Esta semana, durante varios días las 60 familias de Yakye Axa que viven al costado de la Ruta de Pozo Colorado a Concepción, a la altura del kilómetro 349, se manifestaron cerrando el paso porque están desesperados ante la falta de celeridad por parte del Gobierno para cumplir con su compromiso asumido.
El miércoles 17 de junio se cumplieron 15 años de la Sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos a favor de la Comunidad Indígena Yakye Axa, en el fallo se reconoció la violación de derechos humanos de los integrantes de la comunidad indígena por parte del Estado paraguayo y se ordenaba la restitución territorial a los y las indígenas. Sin embargo, hasta hoy los miembros de la comunidad continúan sin poder acceder a sus tierras y sin que el Estado garantice sus derechos fundamentales.
El cierre de ruta representa una medida de fuerza ante la desesperación, aguardando que las autoridades respondan al reclamo de la comunidad de abrir un camino que les permita acceder a sus tierras.
Belfio Gomez, representante de la comunidad Yakye Axa expresó que tras las manifestaciones que iniciaron el martes 16 de junio y se extendieron hasta el jueves 18 de junio, levantaron la medida al recibir respuesta desde el INDI acerca de que el lunes el MOPC tendría las autorizaciones para continuar con la construcción del camino de acceso.
Gómez dijo que tienen hasta el momento solo compromisos verbales, pero advirtió que si el próximo lunes no se consiguen los documentos para construír el camino retomarán las manifestaciones sin tiempo definitivo, porque están cansados de vivir al costado de la ruta y desean llegar a las tierras que les pertenecen.
«El inconveniente es que un ganadero no esta firmando la autorización para abrir el camino que está avanzando, que pasa por su lindero e impiden que avancen las obras, al parecer esperan también ser indemnizados por el Estado, esa parte lo que hay problemas hasta ahora«, explicó.
Agregó que aún mantienen esperanzas de poder llegar a sus tierras este año, ya que hace más de 25 años están al costado de la ruta aguardando, «usamos esta medida de fuerza porque ya no tenemos confianza en nuestras autoridades, es la primera vez que hacemos esto, no nos gusta pero es la única forma en que nos hacen caso, siempre acudimos al diálogo y por papeleos pero ya es insoportable la espera. Es un pedido de urgencia porque estamos en peligro al estar viviendo al costado de la ruta, por la gracia de Dios seguimos enfrentando la crisis» expresó.
Audio de la entrevista:
Antecedentes
En el año 2011 el Estado paraguayo adquirió 12.312 hectáreas de tierra que debían ser aseguradas y entregadas a la comunidad, sin embargo, esto no ocurrió ya que el Estado incumplió su compromiso de construir un camino público y de todo tiempo que permita a la comunidad acceder a su territorio, tampoco el Estado realizó hasta hoy la mensura de las tierras que permitan asegurarlas en favor de la comunidad.
Las tierras que deben ser entregadas a la comunidad se encuentran rodeadas por establecimientos ganaderos que no permiten el paso de los indígenas por sus caminos, además de que la falta de caminos constituye un constate problema para las comunidades indígenas que viven en zonas cercanas ya que permanentemente se encuentran aisladas y sin posibilidad de acceder a servicios fundamentales.
Tras años de reclamos y de no poder ingresar a sus tierras la comunidad Yakye Axa, junto a otras comunidades indígenas de la zona y con el acompañamiento de Tierraviva y Amnistía Internacional, impulsó una Ley de Expropiación que permita la construcción del camino, un tramo de apenas 33 kilómetros, que podría transformar la vida de las familias de Yakye Axa y otras comunidades; la propuesta fue aprobada por el Congreso y promulgada por el Ejecutivo en diciembre del año 2019, sin embargo, el Estado no ha avanzado en la construcción del camino durante el primer semestre del año.
La comunidad Yakye Axa, del Pueblo Enxet, está compuesta por unas 60 familias que desde hace décadas habitan al costado de la Ruta Pozo Colorado – Concepción; allí subsisten en medio de graves precariedades como la falta de acceso a agua potable, alimentos y servicios adecuados de salud y educación.
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