El funcionario confirmó que las instalaciones siguen en estado de abandono, pero adelantó que la institución a su cargo trabaja actualmente con varias empresas interesadas en reactivarlas. “Estamos trabajando con varias firmas, y próximamente vamos a ver la forma de poner nuevamente en marcha las plantas. Ya tenemos al menos un diagnóstico técnico elaborado por el Parque Tecnológico Itaipú (PTI), y actualmente se están acercando potenciales oferentes que podrían encargarse de la reactivación”, detalló.
Zárate anticipó que la SEN lanzará una licitación pública para formalizar este proceso y determinar qué empresa estaría en condiciones de ejecutar la obra. “La idea es utilizar nuevamente esas desalinizadoras. Vamos a ver cómo hacerlo viable”, agregó.
Consultado sobre el estado actual de las plantas, el ministro admitió que al parecer nunca llegaron a funcionar plenamente, a pesar de tratarse de una inversión significativa (de al menos G. 15.000 millones, y fueron montados durante el gobierno de Fernando Lugo y Camilo Soares al frente de la SEN). Ante la duda sobre su funcionalidad futura, Zárate respondió: “Según los datos técnicos que me pasaron desde el Parque Tecnológico, hay factibilidad de hacerlas funcionar, pero se requieren algunos ajustes e inversiones adicionales”.

Entre los desafíos técnicos mencionó la necesidad de implementar un sistema para la inyección de aguas residuales tratadas en el subsuelo, lo que representa un costo adicional. “Vamos a evaluar nuestro presupuesto y también los presupuestos que nos pasen las empresas interesadas. A partir de ahí seguiremos trabajando para poner en condiciones esas instalaciones y lograr que cumplan la función para la cual fueron diseñadas”, indicó.
La urgencia de una solución se relaciona directamente con la crisis hídrica persistente en la región occidental. “Tenemos necesidades permanentes de agua potable en el Chaco. Si estas plantas llegan a funcionar, será un alivio muy importante, no solo para la SEN, sino para el Estado paraguayo en su conjunto”, afirmó el ministro, quien recordó que el presidente de la República, Santiago Peña, les exigió buscar “soluciones duraderas, no coyunturales”.
Sin embargo, reconoció que a pesar del deseo de avanzar de forma inmediata, los procesos administrativos tienen sus tiempos. “Yo quisiera tener una respuesta mañana mismo, pero eso no va a pasar. Creo que dentro de tres meses podríamos lanzar la licitación. Antes es difícil, porque los procesos tienen sus plazos y eso no se puede evitar”, explicó.
Finalmente, el ministro aseguró que en ese plazo la ciudadanía conocerá la resolución definitiva sobre el proyecto: “Vamos a tener novedades, ya sea por el sí definitivo o por el no definitivo. No podemos seguir con la incertidumbre sobre una inversión tan importante que, hasta hoy, no ha cumplido su propósito”, remarcó.














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