De acuerdo con la información, la decisión fue tomada por una amplia mayoría de 122 votos a favor, de un total de 130 congresistas, superando con holgura los 87 necesarios para hacer efectiva la vacancia presidencial. La mandataria no se presentó ante el Parlamento para ejercer su defensa. Tras la votación, el presidente del Congreso, José Jerí, juró en la madrugada como presidente interino del Perú, cargo que ocupará hasta la convocatoria de nuevas elecciones generales previstas para 2026.
Boluarte, quien asumió la jefatura del Estado en diciembre de 2022 tras la destitución de Pedro Castillo, cierra un mandato de dos años y diez meses marcado por la falta de apoyo político, numerosas investigaciones judiciales y una profunda crisis social.
Durante su gestión, fue señalada como «la presidenta más impopular de Latinoamérica», con apenas un 3% de aprobación, según los últimos sondeos. Su caída se precipitó luego del violento ataque armado contra el grupo musical Agua Marina en Lima, hecho que desató un repudio generalizado y evidenció la incapacidad del Gobierno para frenar la violencia criminal.
Sin bancada propia y sostenida por partidos conservadores como Fuerza Popular, Boluarte enfrentó desde su llegada al poder seis intentos de destitución, además de investigaciones fiscales por presunto enriquecimiento ilícito, abuso de autoridad y represión violenta de las protestas sociales.
Con su destitución, Dina Boluarte se suma a la lista de mandatarios peruanos removidos por el Congreso en los últimos años, como Pedro Pablo Kuczynski, Martín Vizcarra y Pedro Castillo, reflejo de la persistente inestabilidad política que atraviesa el país.