Esta semana, el silencio del receso invernal dio paso a risas, cuadernos abiertos y platos llenos en las escuelas de Alto Paraguay. Desde el primer día de clases, la Gobernación departamental retomó con fuerza la provisión del almuerzo escolar, como parte del programa nacional Hambre Cero, llevando a cada mesa una porción de nutrición, cuidado y esperanza.
Bajo la gestión del gobernador Arturo Méndez y en alianza con el Grupo Altair, proveedor de los alimentos en la región, el Gobierno Departamental garantiza que durante todo el segundo semestre ningún niño ni niña del departamento se quede sin su comida diaria.
Lejos de ser solo un servicio, el almuerzo escolar en Alto Paraguay es un acto de justicia y amor: una manera concreta de sostener a quienes aprenden, crecen y sueñan desde las aulas. El departamento se ha convertido en un ejemplo de implementación efectiva del programa, priorizando la calidad de los alimentos y la puntualidad en la entrega.
En cada plato servido hay mucho más que un menú: hay una gestión con rostro humano, hay futuro servido caliente, y hay un mensaje claro al país entero: los niños primero y lo mejor.














Dejá tu comentario