Filadelfia, RCC.- Anselmo Lima, Coordinador de la Asociación Comunitaria Campesina de Nueva Mestre, narró que los primeros habitantes que vivían cerca de la franja de dominio de la ruta fueron reubicados en la zona, recibieron casas y también un lote rural de 50 hectáreas para cada familia, incluyendo la donación de una vaca para producción lechera.

«Lastimosamente hay varias familias de esa camada que se fueron de vuelta otra vez, abandonaron por la situación misma de que se terminó el proyecto y el Estado no acompañó a la gente como debía y varios salieron de vuelta», indicó.

La mayoría de las familias se dedican a la cría de ganado menor (cabras, chanchos, ovejas), poseen algunas cabezas de ganado e incluso gallinas, pero el rubro más abarcativo es la producción de carbón, «es lo que más mano de obra da, a lo mejor estamos trabajando ilegalmente, pero no hay de otra acá, está difícil la situación», afirmó.

Lima reconoció que el carbón es la única subsistencia para muchas familias, a pesar de carecer de los permisos legales para ejercer la actividad, «de lo contrario todos ya íbamos a abandonar esta zona y buscar mejores horizontes», dijo.

Preocupante panorama para las nuevas generaciones
Anselmo Lima reconoció que se han hecho mejoras como mantenimiento de los caminos y la llegada de energía eléctrica, sin embargo lamentó que muchos jóvenes y adolescentes no encuentren oportunidades laborales en la zona y tengan que verse obligados a trasladarse a otras localidades en busca de trabajo y de mejores oportunidades.

«Jodida está la situación, es una lucha permanente en Nueva Mestre el conseguir trabajo rentable, si uno no tiene mayores recursos es imposible vivir, los jóvenes por ejemplo no encuentran qué hacer y se van a otras ciudades a trabajar, salen porque no tienen futuro en la comunidad y tienen que buscar otras alternativas para seguir estudiando», mencionó.
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