El 25 de noviembre de 1929, más de 1,500 menonitas decidieron abandonar la Unión Soviética en busca de un futuro mejor. Este valiente éxodo fue solo el comienzo de una travesía llena de desafíos que los llevó hasta el Chaco paraguayo, donde enfrentaron condiciones difíciles para lograr lo que hoy es uno de los puntos más prósperos de la región.
A su llegada, los pioneros de Colonia Fernheim, que provenían de diversos lugares de la Unión Soviética, se encontraron con un territorio casi inexplorado y desolado. Sin embargo, con una fuerte fe y determinación, se embarcaron en la ardua tarea de hacer habitable la tierra. En pocos años, lograron transformar la región en una de las principales zonas productivas del país, destacándose en sectores como la agricultura, la ganadería y la producción láctea.
El 1 de julio de 1930, se estableció oficialmente la Colonia Fernheim, consolidando su presencia en el Chaco. Aunque la lucha no fue fácil, los colonos perseveraron, trabajando incansablemente para dominar el territorio y darle vida. Un aspecto fundamental en su asentamiento fue la búsqueda de agua dulce, tarea que los llevó a excavar pozos, los cuales finalmente determinaron el lugar idóneo para establecer el centro logístico y administrativo de la colonia, en lo que hoy es Filadelfia.
Con el paso de los años, la Colonia Fernheim ha crecido y prosperado, siendo ejemplo de trabajo en equipo, unidad y un profundo espíritu de fe. Hoy, 95 años después de aquel día histórico, la colonia se ha convertido en un pilar fundamental del desarrollo chaqueño, no solo por su impresionante producción, sino también por su contribución cultural y social al país.
Desde la Red Chaqueña de Comunicaciones (RCC), se rinde homenaje a los pioneros de Colonia Fernheim, cuyo legado sigue vivo en la tierra que supieron conquistar con esfuerzo y esperanza. Este 25 de noviembre, se celebra una historia de perseverancia, sacrificio y fe, que ha dejado una huella imborrable en la historia del Chaco y de Paraguay.
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