En el corazón del Chaco, el Centro de Procesamiento de Residuos Sólidos y Líquidos Neuland (Cepresol) se ha convertido en un símbolo de sostenibilidad, demostrando que el reciclaje puede ir más allá de una simple tarea cotidiana. Este centro, que busca devolver a la Tierra parte de lo que nos ofrece, se dedica a promover un futuro más limpio y sostenible.
Cepresol, abreviatura del Centro de Procesamiento de Residuos Sólidos y Líquidos, es un proyecto impulsado por la Asociación Colonia Neuland, según detalló Albert Dyck, gerente de la asociación, durante una entrevista en el programa «El Chaco Avanza» del pasado lunes, transmitido por RCC TV. Dyck explicó que el proyecto nació de un profundo sentido de responsabilidad con el medio ambiente, una iniciativa que refleja la política de protección y cuidado ambiental que ya se venía implementando en la producción ganadera y agrícola de la región.
«Este es un proyecto muy ambicioso que requiere mucho esfuerzo, pero es algo que realmente nos llena de orgullo. Nos tomó bastante energía desarrollarlo, pero hoy estamos muy contentos con el resultado,» expresó Dyck durante la entrevista. Cepresol reemplaza al antiguo vertedero, donde anteriormente se trataba de reciclar de manera básica debido a la falta de infraestructura adecuada. Gracias a la cooperación entre la Asociación Colonia Neuland y la Cooperativa Neuland, este ambicioso proyecto se ha hecho realidad, marcando un hito en la gestión sostenible de residuos en la región.