El fiscal Andrés Arriola, del Ministerio Público en Filadelfia, destacó durante una entrevista con RCC la gravedad de la caza furtiva y la captura ilegal de animales silvestres en el Chaco paraguayo. Según el fiscal, estas actividades afectan principalmente a especies autóctonas en Boquerón, Alto Paraguay y Presidente Hayes, y se realizan, en su mayoría, como un «hobby» o diversión, más que por necesidad.
“Es una problemática grave. La fauna del Chaco, como el yaguareté y otras especies en peligro de extinción, es muy codiciada. En casos de animales en peligro grave, las penas van de 3 a 8 años de prisión, además de elevadas multas”, afirmó Arriola.
El fiscal también explicó que, aunque existe caza controlada con licencia otorgada por el MADES para ciertas especies en temporadas específicas, como palomas, charatas y algunos tipos de jabalíes, la captura o caza de otras especies, como el venado o el pecarí de collar, está totalmente prohibida sin autorización.
En cuanto a las zonas afectadas, Arriola señaló que las actividades ilegales suelen realizarse en áreas menos concurridas del Chaco, pero también se han detectado casos en la ruta Transchaco, donde cazadores utilizan reflectores durante la noche. “Si se les encuentra en flagrancia, serán procesados inmediatamente”, advirtió.
El fiscal destacó avances significativos, como la casi erradicación de la venta de animales silvestres a lo largo de la ruta Transchaco. Sin embargo, advirtió que las redes sociales ahora se utilizan para la oferta ilegal de fauna, lo que ha llevado al rescate de varios ejemplares.
“Estamos comprometidos con el control y la recepción de denuncias. Cualquier acto de este tipo debe ser reportado inmediatamente para proteger nuestra valiosa fauna”, concluyó.
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