Filadelfia, RCC.- Todos estos hechos habrían ocurrido al interior de la estancia Taguato, departamento de Boquerón en Julio de 2019.
Según el relato de hechos, los hoy acusados habrían planeado el robo y posterior venta de animales de la estancia, cuando fueron sorprendidos por la llegada al lugar de los patrones Alcibiades Desiderio Ayala Coronel, su esposa Francisca Nidia Nuñez Romero y sus dos nietos, menores de edad.
En el lugar se hurtaron cerca de 200 animales, fueron trasladados hasta un frigorífico en Concepción. El vehículo realizó una travesía de casi 600 kilómetros con guías auténticas, pero de contenido falso.
Con la investigación, según la Fiscalía, quedó demostrada no solo la participación de cada uno, sino la evidencia de una estructura conformada con la finalidad de la comisión de los hechos punibles.
Relato de los hechos de acuerdo a la investigación del Ministerio Público:
Los dueños habrían llegado al sitio en fecha 9 de julio de 2019, llegando a la estancia la niña menor de edad realizó una videollamada con su mamá y a las 13:36 enviaron una foto de la entrada del sitio, la cual fue la última comunicación que mantuvieron con la hija de Francisca y madre de los menores de edad.
Una vez en el interior de la estancia y recorriendo el sitio, el dueño, el señor Alcibiades se habría percatado de las irregularidades, por lo cual recriminó al capataz Vicente Ramirez. Alcibiades fue el primero en ser ultimado. Al oír los disparos se acercó la señora Francisca que también recibió impactos en su humanidad. Todo habría ocurrido en presencia de los niños quienes asustados intentaron correr, pero fueron alcanzados por los disparos. El primer impacto fue debajo del brazo de la niña, y al no tocar órganos vitales no falleció al instante, por lo que la señora Elizabeth Villalba que también tenía en sus manos una escopeta calibre 22 realizó disparos de vuelta contra los niños, con la finalidad de producir el deceso de ambos menores. Los cuerpos fueron llevados hasta una pieza mientras prepararon el lugar donde serían depositados, una cámara séptica ubicada en el lado derecho de la casa la cual sellaron con una tapa de hormigón armado y en cuyo fondo posteriormente fueron encontrados los cuerpos por las autoridades.
Arriola mencionó en su acusación, que tiene más de 50 páginas, que cuenta con suficientes elementos de prueba para que el presente caso se eleve a un juicio oral y público. El Juzgado Penal de Garantías de Boquerón deberá fijar la fecha para el desarrollo de la audiencia preliminar, en la que se definirá si el presente proceso penal se eleva a un juicio oral y público.














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