Se trata de un nuevo ícono de la ciudad de Asunción y también representa un salto gigantesco que da la ingeniería paraguaya para erigir este tipo de estructuras, fruto del trabajo mancomunado de empresas locales con la colaboración de expertos internacionales.
En este proyecto colaboraron alrededor de 1.500 personas y durante su etapa constructiva llegó a alcanzar un pico de 900 obreros activos, manteniendo luego un promedio de más de 600 trabajadores de todas las áreas.
Un aspecto a destacar es que un gran número de las personas que trabajan en la construcción del puente proviene de la zona de Chaco’i.
Se estima que una vez habilitado en su totalidad, servirá para el paso de unos 10.000 vehículos por día desde y hacia Asunción, descomprimiendo el tránsito que se tiene actualmente sobre el puente Remanso, inaugurado oficialmente el 19 de agosto de 1978, hace más de 45 años.
La visión que se tiene desde el Gobierno Nacional con este emprendimiento es un Paraguay conectado al mundo, debido a que constituye una pieza clave para fortalecer la integración con Argentina y Brasil, uniendo Puerto Falcón al Corredor Vial Botánico, Autopista Ñu Guasú, Ruta Luque – San Bernardino y ruta PY02, sin dejar de mencionar la Transchaco y la ruta Bioceánca.
La longitud del atirantado sobre el río Paraguay es de 603 metros y cuenta con dos pilas de 300 metros cada una con dos velas sujetadas por 23 tirantes de cada lado.
Será el primer puente que tendrá 4 carriles para el tránsito vehicular, vereda peatonal y bicisenda. Junto con los caminos de acceso y viaductos, suman 7 kilómetros de recorrido desde la Costanera Norte hasta su empalme con el tramo Remanso- Puerto Falcón.