Esta “gran obra” de infraestructura, convertido hoy en una suerte de “pesadilla” para los habitantes del Chaco paraguayo, pudo operar solo a medias, y entre el 2022 (cuando fueron inauguradas las fases 2 y 3, con bombos y platillos, por el entonces presidente de la República Mario Abdo Benítez), la mayor parte del tiempo se ha encontrado fuera del servicio, por las constantes averías de los caños enterrados bajo tierra, especialmente en la primera fase.
En la ciudad de Loma Plata se encuentra el principal reservorio de agua del acueducto para realizar la distribución del vital líquido, captado en la planta ubicada en Puerto Victoria (Ex Casado), Departamento del Alto Paraguay, que como hemos visto en la primera parte de esta nota, en la práctica igualmente está abandonada a su suerte.
El acueducto, que costó entre 100 y 130 millones de dólares (según datos del MOPC) se presentó en su momento como un “proyecto emblemático y como la “solución definitiva” para la falta de agua en el Chaco, y buscaba beneficiar en forma directa a más de 80.000 familias indígenas y a las colonias productivas de la región.
Sin embargo, dichos objetivos no se cumplieron hasta ahora, debido a los problemas del sistema de bombeo y, sobre todo, a las roturas de los caños: Técnicos del Ministerio de Obras Públicas han informado que más de 200 Km, de los 500 Km enterrados, tienen roturas constantes).
La provisión del vital líquido se ha visto interrumpida en innumerables ocasiones desde la “inauguración” en el 2022 de la obra (durante plena campaña electoralista), razón por la cual nunca fue una solución ni rápida, ni eficaz, ni paliativa en las temporadas de sequía extrema, como la que hoy está afectando nuevamente al Chaco, que solo obtiene alivios con algunas lluvias y la costosa e ineficiente provisión a través de camiones cisternas.
OBRA ASUMIDA, SIN MAYORES OBJECIONES
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De acuerdo a los datos oficiales conocidos, la obra fue asumida en el 2013, por el entonces gobierno de Horacio Cartes, y luego por el de Mario Abdo Benítez, quienes la continuaron, y siendo finalmente “inaugurada” por este último en junio del 2022, con el “primer bombeo” de agua. Funcionó normalmente seis meses, hasta que comenzó a presentar frecuentes suspensiones por las averías en la cañería y el sistema de distribución.
En noviembre del 2021, mediante una extensión, el agua del acueducto llegó a la ciudad de Mariscal Estigarribia, sumando otros 80 km de recorrido. Pero los pobladores afirman que no la pudieron usar y que, inclusive, los tanques habrían sido llenados solo para “el acto de inauguración”.
Al ser una obra vieja, que demoró más de una década en ser retomada, unos 90 km de cañería de la Fase 1 presentan constantes roturas desde Puerto Victoria, donde se encuentra la estación de bombeo sobre el río Paraguay, que es tratada en la planta de tratamiento de la ESSAP en esa localidad, y luego bombeada (o intentos de bombeos) hasta la ciudad de Loma Plata, tras un recorrido de 203,5 km.
INSTALACIONES DE LA PRIMERA FASE OBSOLETAS
Según los informes técnicos, los caños puestos en la Fase 1 están completamente obsoletos, una de las posibles razones por las cuales no habrían podido soportar la presión del agua, y cada vez que se rompe, la reparación se torna muy complicada y demora meses.
La fase 2 abarca a dos reservorios de 2.500.000 litros de capacidad ubicados en Loma Plata, desde donde debería ser distribuida el líquido vital hasta la ciudad de Filadelfia, donde están otros dos tanques de 2.000.000 de litros de capacidad total, y que deberían servir para distribuir a zonas como Neuland, Lolita, Villa Choferes, entre otras localidades. Lo que no ha ocurrido, al menos con regularidad.
Las empresas adjudicadas han afirmado que las fases 2 y 3 fueron terminadas y entregadas al MOPC, pero se “lavaron las manos” con el argumento de que no llegaron a funcionar, debido a las fallas de la Fase 1; y pese a haber finalizado en abril del 2022, no entró a operar porque la red, que se inicia en Puerto Victoria, ha sufrido constantes roturas y, como consecuencia, los bombeos del vital líquido deben ser suspendidos.
Cabe reiterar que cuando se iniciaron los trabajos en el año 2012, el MOPC había anunciado que la obra iba a costar 50 millones de dólares. Solo la primera fase superó ese costo, llegando a trepar (según los datos oficiales a entre 100 y 130 millones de dólares para el 2020.
Según los datos del MOPC, del costo total de este “Elefante Blanco”, 60 millones de dólares fueron suministrados a través de una donación de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), 20 millones de dólares de un crédito del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), y los 50 millones restantes corresponden a fondos locales.
FISCALIZACIONES NO SE HABRÍAN REALIZADO
El MOPC también pagó casi 18.000 millones de guaraníes a un grupo de consultoras que ganaron dos contratos en el 2013 y 2016, respectivamente, para fiscalizar las obras del fracasado, pero los controles realmente no se habrían realizado, teniendo en cuenta los resultados.
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AUDITORIA, AÚN SIN RESULTADOS
En octubre del 2023, ya en el Gobierno de Santiago Peña, la actual ministra de Obras Públicas, Ing. Claudia Centurión, instruyó auditoría interna sobre la situación del acueducto chaqueño, teniendo presente que la tercera fase fue inaugurada en junio del año 2022 (gobierno de Abdo Benítez), y que seis meses después dejó de funcionar hasta la fecha.
El supuesto objetivo del Ministerio es “identificar los alcances del problema y deslindar responsabilidades” en cuanto al diseño y la construcción de este “elefante blanco” de la era democrática, que requirió una “inversión” superior a los 100 millones de dólares.
Pero, a un año cuatro meses después del anuncio de la investigación interna, hasta la fecha no se conocen los resultados de la auditoría interna ordenada, probablemente porque representa una problemática “compleja” que deben ser compartidas por dos sucesivos gobiernos colorados (el de Horacio Cartes y Mario Abdo Benítez).
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