Datos del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) revelan que, de los 530 km de cañería instalada, que comprende el acueducto, al menos 200 kilómetros (o más) están rotos, razón por la cual se cree que harían falta nuevos estudios para determinar si tienen que ser reemplazados en su totalidad o si existe alguna posibilidad de “reparar” algunos tramos.
Los antecedentes indican que la construcción del acueducto para el Chaco (un proyecto considerado “emblemático” para los habitantes de la Región Occidental de nuestro país, se había iniciado en año 2012 (durante el Gobierno de Federico Franco), precisamente con la construcción y montaje de la planta de bombeo, ubicado en Puerto Victoria (Ex Casado).
Según datos del MOPC, el megaproyecto costó entre 100 y 130 millones de dólares (de 50 millones que debió costar inicialmente). La construcción demandó más de una década.
Desde su inauguración ha presentado fallas estructurales y en la actualidad está paralizado, y nadie sabe a ciencia cierta si tendrá alguna solución, o habrá que resignarse a que esa ingente cantidad de dinero quede “enterrada para siempre” en las áridas tierras chaqueñas.
Según fuentes técnicas, en realidad el acueducto nació fallido y era realmente imposible que vaya a bombear correctamente las aguas del río Paraguay, debido a que alrededor de 200 Km se construyó “a contrapendiente” y 50 metros de “cota negativa”. Es decir, el lecho fluvial está a 50 metros por debajo de donde están las tuberías de distribución.
ESTACION “MODERNA”, HOY ABANDONADA
Conforme con datos actualizados, suministrados por los lugareños de la zona de Puerto Victoria, la estación de toma de agua de Puerto Victoria, que en su momento era de una tecnología “de última generación”, en la actualidad está abandonada, y algunas esas máquinas ya no funcionan, están desarmadas y simplemente abandonadas. Ante esta situación, lo que se observa es una gran negligencia de los sucesivos gobiernos, incluyendo al actual, que hasta ahora no ha podido presentar una alternativa de solución razonable y permanente.
Además, los operarios de la estación de bombeo se quejan de los constantes cortes de la energía eléctrica suministrada por la ANDE, cuya reposición muchas veces lleva tiempo. Pero, para paliar esa situación, cuentan con un generador diésel de primera línea, que tampoco funciona por la falta de combustible.
SOLUCIONES “PARCHES” INUTILES
Como el acueducto se ha venido rompiendo, tratan de repararlas a través de “soluciones parches”, con fibra de vidrio y resina, mezclada con un endurecedor, que tampoco han dado resultados.
Esto ha representado un inmenso trabajo sin sentido, colocando innumerables capas de casi dos centímetros de grosor, una encima de la otra, para volver a romperse a 20 o 30 centímetros, lo cual demuestra claramente la envergadura de la problemática.
Conforme a observaciones realizadas, la cañería recorre como un “diente de sierra” (como ondas que suben y bajan), supuestamente dentro de la lógica de purgar (sacar el aire en los puntos más altos y suciedad en los puntos más bajos).
Sin embargo, en esos puntos se colocaron bloques de cemento para, quizás, sostener ese movimiento irregular, y flotan de acuerdo a la humedad del suelo, que es muy inestable; y dependiendo también de si el caño contiene agua o aire, puede tender a flotar o a apretarse hacia abajo. Entendidos en la materia creen que todo es ilógico, puesto se trata de una cañería rígida, y que cuando empieza a moverse se logra como resultado siempre la rotura.
PUNTOS MÁS ALTOS LLENO DE RAÍCES Y MALEZAS
En ese proceso, también ha surgido otro problema: En los puntos más altos del acueducto; es decir, donde están instalados los sistemas de purga de aire, han ingresado muchas malezas y raíces de plantas, debido a que está todo cubierto de vegetación. Y también ingresan todo tipo de alimañas y trancan estos sistemas de purga, cuyas tapas (curiosamente) están tiradas a los costados.
Esto hace que cuando se intenta el bombeo y el aire no puede salir, queda allí e impide también un chorro completo del agua, y sin un mantenimiento constante al trazado, todo el sistema falla.
ESTACIÓN DE “REMOMBEO”
Más adelante, la estación de rebombeo, localizado en el kilómetro 102 del trazado, igualmente se encuentra en estado calamitoso, por la forma que se hizo la instalación. Llamativamente esta estación se encuentra llaveada siempre.
En otras partes salen de la tierra restos de caños flexibles “soldados” o añadidos, con lo cual se activaba una válvula. Esa cañería flexible está enterrado en esa parte, supuestamente para succionar y bombear.
Tal como se puede observar en la estación sobre el río Paraguay, el tanque de combustible del generador también está totalmente vacío y las instalaciones eléctricas para hacer funcionar los sensores, también se encuentran en estado lamentable, debido a que las reparaciones o soluciones paliativas habrían sido realizadas por personal muy poco profesional.
Actualmente, se ve gente “trabajando”, pero –en realidad- no pueden hacer gran cosa, debido a la falta de directivas claras y recursos adecuados. Se cree que con estas acciones improvisadas se busca aparentar que se está haciendo algo para que el acueducto funcione, y que los usuarios no se quejen.
Sin embargo, muchos estiman que simplemente forman parte de un círculo vicioso que nunca va a terminar, y finalmente servirá para continuar dilapidando más recursos, que de por sí son escasos.
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