Como una obra repetida de mal gusto, se abre nuevamente el telón y comienza el show.
El Chaco Paraguayo, en la localidad de Alto Paraguay fue hoy escenario de la visita del presidente electo Mario Abdo, en una gira que seguramente tardará mucho en repetirse.
La localidad de Alto Paraguay, alberga 17.ooo mil habitantes muchos de los cuales nunca tuvieron alguna vez la oportunidad de conocer la capital del país, mucho menos de emprender una travesía reclamando algo tan básico como agua o tan vital como la salud y que su vez abrigan inmensas esperanzas en torno a la Asunción del nuevo gobierno.
Muchas promesas, oidos atentos y ojos expectantes ante cada palabra dicha por el futuro presidente, ¨los del Chaco¨ esperan, así como aguardan la lluvia para llenar aljibes, así como esperan la reconstrucción de la única ruta que nos conecta con el país, la Ruta Transchaco y así como pacientemente, casi como congelados en el tiempo sostienen la esperanza de que la inmensa vitrina de obras no concluidas del Chaco pueda alguna vez ser inaugurada.
Los del Chaco, igual, con el sistema de salud mas precario de todo el país, y con las escuelas mas lejanas y olvidadas del MEC, se levantan cada día a construir, sobre el árido, espinoso y seco territorio una economía que permite posicionarnos como sexto exportador mundial de carne bovina y como productor mundial de alimentos, aportando al desarrollo pujante y creciente.
Los del Chaco, como se los denomina, no solo esperan, así también trabajan, cada día con un enorme empeño, trabajan, esperan y una vez más, como es acostumbrado, llueven las promesas estatales, que tradicionalmente llegan con cada gobierno de turno y que esperamos esta vez, como muchas otras veces, no se las lleve el viento.